Cartas al Director

Cartas al Director

Grado a grado
Señor director:

Leí con mucho interés tu Coctelera del 8-08-05, comentando las declaraciones del secretario de Obras Públicas sobre la imposibilidad de “eliminar el grado a grado de un día para otro”.

La verdad es que nos gastamos algunos funcionarios que creen que somos un pueblo de tarados, porque, como tu dices, estamos tratando de un problema que data desde la publicación de la primera Ley de Concursos promulgada por el doctor Balaguer en el año 1961 (hace ya 44 años) y que jamás ha sido respetada por gobierno alguno (incluyendo el que la promulgó) con la honrosa excepción del profesor Juan Bosch, paradójicamente, el fundador del partido que actualmente está en el poder.

Como tú bien dices, el inefable secretario de Obras Públicas pretende “descubrir la pólvora o el hilo en conitos porque no es de un día para otro lo que ha permanecido vigente más años que el carajo”. Lo que pasa es que él, como contratista y como funcionario, ha utilizado ese sistema exclusivamente.

Por lo visto, lo que este funcionario pretende es justificar los miles de millones de pesos otorgados en obras grado a grado en este gobierno, como son el estacionamiento del Palacio de Bellas Artes, el comedor y la torre de la UASD, el elevado de Los Alcarrizos, la carretera Gregorio Luperón, etc, etc., las cuales constituyen un mentís rotundo a sus declaraciones porque en ninguno de esos casos se trata de emergencias.

Si pasamos balance a las obras otorgadas por ese discriminatorio e inmoral sistema de contratación, encontraremos que algunas de ellas fueron iniciadas hace muchos años y aun están inconclusas, entonces, ¿cuál fue la urgencia que las justificó?

Se trata simplemente de un pretexto para continuar pescando en río revuelto, con el agravante de que se contradice, incluso, con los pronunciamientos del doctor Fernández al respecto quien lo considera como el sistema que “tradicionalmente, en el área de las contrataciones de obras públicas se han producido los mayores niveles de corrupción y de escape de recursos públicos, en perjuicio del Estado y del pueblo dominicano”.

Por otro lado, nadie en su sano juicio puede negar situaciones de emergencias debidamente justificadas, casos estos que dicho sea de pasada, están claramente identificados en el proyecto de ley sometido al Congreso Nacional y en el ya famoso y anhelado decreto-puente prometido por el señor Presidente de la República, tal como lo   planteó muy atinadamente, el secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez en un reportaje de la misma fecha de la periodista Rosa Alcántara.

Sin más nada por el momento, te saludo con el mismo afecto de siempre.

Muy atentamente,

Roque Napoleón Muñoz

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Estrategias…

Señor director:

Por medio de la presente le extiendo mis saludos y a la vez externo mi opinión con relación a las medidas recientemente anunciadas por el señor presidente de la República con relación al ahorro de combustibles.

Ciertamente la mayor parte de las medidas anunciadas por el señor presidente, las cuales en su mayor parte entrarán en efecto en un corto plazo, resultan ser atinadas y mencionó las de la limitación en la venta de combustibles principalmente los fines de semana y la disposición de circulación interdiaria para los vehículos de transporte público como algunas de las más acertadas. En nuestro caso particular, nos quedamos esperando una medida que parecería ser una de las más efectivas en términos de ahorro de combustibles, y es la de adelantar (o retrasar) una hora la hora de los empleados públicos de manera que existiera una diferencia, en sentido general, de una hora entre la entrada de los empleados privados y los servidores del Estado. Esto serviría para evitar la gran cantidad de tapones que se forman en las principales vías de la ciudad en las horas pico, con el correspondiente dispendio de combustible que esta situación acarrea.

Es necesario también que conjuntamente con las medidas anunciadas se proceda a la formulación de estrategias a mediano y largo plazo que permitan el fomento e implementación de la utilización en el país de fuentes alternativas de energía, de las cuales ya varios países sacan provecho, no solo a través de la creación de políticas de investigación e implementación por parte del Estado dominicano de tecnologías alternativas, sino también por medio de la aplicación de incentivos, como por ejemplo, la suspensión de aranceles en lo referente a la importación de equipos para el aprovechamiento de dichas tecnologías.

Debemos como nación, e independientemente de posiciones políticas, afrontar conjuntamente las consecuencias del alza en el precio internacional del crudo de petróleo, y esto implica comprender la necesidad de asumir con responsabilidad los sacrificios que esto implica, incluyendo la del Estado en lo que se refiere a tomar todas las medidas que resulten más efectivas para la consecución del propósito de lograr un ahorro considerable en el uso de combustibles.

Atentamente,

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