Cartas al director

Cartas al director

Señor director:
En el día de hoy sale publicado un artículo sobre la situación hospitalaria y la poca moral de los médicos vista desde el señor Ubi Rivas.

Soy médico especialista que trabaja en hospital y que conoce muy bien la crisis en el sistema sanitario de este país. No conozco a este señor, lo peor del caso es que se publiquen éstos artículos sin la debida depuración. Es cierto que hay libertad de expresión, y eso lo respeto, pero estoy en total desacuerdo con lo explicado por el señor, que espero no sea médico.

Es cierto que lo peor en este país, además de la crisis económica que nos arropa, es la total falta de moral en todos los ambitos; ya que todo en mundo jala para su lado y para su conveniencia. Si el señor en cuestión quiere ayudar por qué no va él donde sus amigos pudientes y pide por el mejoramiento de los hospitales, así como por el abastecimiento de medicamentos.

Le invito a durar aunque sea una hora en una emergencia de un hospital público del país, para que usted vea lo que no se ve.

En nuestro país hay de todo y de todo tipo de personas; pero el artículo expresa una persona que no gusta de instituciones que ayudan como las mencionadas en su artículo. Que ayudan cuando se les pide y cuando no, pero no es justo culparlas de las muertes de los últimos días.

Si él quiere ayudar que dé el ejemplo y que se ponga a perdirle a todo el mundo y deje de buscar culpables.

Cuando un paciente llega a un hospital y no hay los medicamentos que pueden salvar su vida, a lo primero que se aboga es saber si los familiares están en la capacidad de ayudar; pero con la crisis económica que hay, lamentablemente no tienen con qué ayudar al médico.

Corresponde a Salud Pública y al gobierno abastecer a los hospitales del material adecuado, pero me parece fuera de lugar que este señor opine que los médicos dejaron morir a esas personas por no llamar a sus amigos pudientes. No son una ni dos veces que los médicos dejan su dinero o hacen una recolecta para pagar análisis y comprar medicinas o de llevar a los hospital hasta muestras médicas para ayudar a los pacientes, pero tampoco podemos hacer lo que usted dice, para que con cada paciente llamemos hasta para una aspirina.

Le invito a crear conciencia de que la salud pública dominicana necesita de toda la ayuda posible de todo el que quiera y pueda, pero no de esa manera.

Usted no sabe lo que es sentir la impotencia de que alguien muera en sus manos sabiendo lo que necesita para mejorar.

Lamentablemente en este país seguiremos como vamos por no cooperar unos con otros, de buscar soluciones, de sentarse a pensar en cómo que se puede mejorar la cosa .

Estoy en total desacuerdo con su artículo, pero lo que más lamento  son esas muertes injustas por la crisis hospitalaria; me imagino a las personas que vieron morir a esas personas y por lo vivido por sus familias.

Atentamente,

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