Cartas al Director

Cartas al Director

Bendiciones para todos
Señor director:

Dijo Dios al patriarca Abram: “Haré de ti una nación grande, y te bendeciré. Y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren y a los que te maldijeren maldeciré”. Puesto que hemos sido de bendición para el pueblo de Abram y viceversa, somos acreedores del galardón. Conforme lo explicaremos más adelante.

Lo recibiremos paulatinamente, mediante el plan de Dios con la República Dominicana, el cual quedó iniciado con la cumbre de líderes de Africa, América Latina y el Caribe, celebrada por iniciativa del presidente doctor Leonel Fernández Reyna, en el año 1999, en Santo Domingo.

La República Dominicana ocupa un lugar preeminente entre las naciones coherederas con ella, de las promesas de este pacto. Desde los albores de nuestra nacionalidad, nuestros patricios se identificaron plenamente con la palabra de Dios. La bandera nacional y el escudo, son símbolos patrios que no nos dejan mentir.

La enseña tricolor que nos representa, es la única bandera en el mundo que tiene en su centro un Escudo con un libro abierto que es la Biblia. Abierta en el evangelio según San Juan 8:32. “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. Reverenciados con las sacrosantas palabras: Dios, Patria y Libertad.

Por una de esas cosas que solo Dios concede y permite, Adolf Hitler, encarnación satánica, llevó al holocausto a seis millones de judíos. Los que escaparon de ese genocidio, navegaron al garete pidiendo auxilio, pero muy pocas naciones le abrieron las puertas, más Trujillo, los acogió en la República Dominicana y, ahí están, en Sosúa. Tal vez no fue el propósito de éste, prestar un servicio a Dios, de está índole, pero Jehová es el soberano y maneja con mucha sabiduría sus asuntos. Dijo el profeta: “Conozco oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es, el ordenar sus pasos. Jeremías 10:23”.

El propósito de Jehová consiste en presentar la República Dominicana al mundo, bajo un abanico de bendiciones muy a pesar de los incrédulos. De esta bendita tierra, que como dijera Colón, es la más bella que ojos humanos hayan visto, saldrán cantidades de expediciones, tal como aconteció con la América Morena, en los tiempos de la colonización, llevando misioneros por todas partes hasta evangelizar totalmente el mundo. Luego, viene el rapto.

La gracia de Dios derramada sobre los hijos de nuestro pueblo, deben seguir siendo, ahora más que nunca, motivo de gran gozo. Oremos para que el Señor siga dispensando a las futuras generaciones, lo que viene haciendo con la presente, por ejemplo: con Juan Luis Guerra, Pedro Martínez, Juan Marichal, Manny Ramírez, Miguel Tejada, Alex Rodríguez, Félix Sánchez, Amelia Vega, Charlie Villanueva, Francisco García y las doce megaestrellas o tribus de Isabel seleccionadas por el pueblo de los Estados Unidos, para brillar en el juego de Estrellas de Grandes Ligas en Detroit, 2005. A Dios sea la gloria!.

Atentamente,

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