Cartas al director

Cartas al director

Señor director:
En mis pasos, por esa legendaria cultura universal de los egipcios, donde la sensibilidad de su gente, su grandeza, del gran río Nilo, donde la humanidad asumió la fertilidad de sus suelos, las riadas de sus aguas, sus gloriosas pirámides y como suma potestad, su historia milenaria.

De esa cultura, aprendí que la amistad es un compromiso fraterno. Hay amistades que sabemos apreciar desde los primeros diálogos, así como hay pocas que perduran al cabo de avatares y compromisos de una vida diaria llena de sorpresas e ingratitudes.

En misión de la investidura de Embajador de la República Dominicana ante la República Arabe de Egipto, visité la majestuosa biblioteca de Alejandría, en el recinto de ese Templo Luminoso de Cultura; me vino al pensamiento Juan Bosch y Joaquín Balaguer, excepcionales ex presidentes dominicanos de basta sapiencia.

En la búsqueda de una referencia en el país que se asemejará a la legendaria biblioteca egipcia, opté por vivificar el trabajo silencioso pero fructífero que realiza «Fundación Global Democrática y Desarrollo», en su compromiso de dar a conocer los valores literario nacionales e internacionales en su justa dimensión. Así como tratar temas magistrales con magníficos exponentes de la cultura universal.

FUNGLODE, para ese entonces desarrolló un programa extenso, «introducción a las técnicas de análisis del discurso político». Las invitaciones se reseñaron con fotos en la portada de Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez.

El diplomado se realizó durante 40 horas del 13 al 31 de 2003, en coordinación con la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) de México.

Posteriormente se impartió el seminario ¿Nueva crisis en América Latina?.

La juventud dominicana tiene en la Fundación Global, una fuente e inspiración donde abrevar y aprender. Ahora cuando son tan necesarios los conocimientos para evitar al país nuevos trastornos y nuevas caídas, la conducta del dirigente o militante político debe originarse en el estudio. No hay espacio para la improvisación y la incapacidad.

En un país donde los dirigentes políticos no acostumbran más que idear la forma de cómo hacerse en el poder y no crear un pensamiento que lo eleve sobre la confianza pública momentánea y la transitoriedad de su lucha, con escasas excepciones de personalidad como los ex presidente Juan Bosch, Joaquín Balaguer y el orador contundente de masas José Francisco Peña Gómez.

Funglode no tan sólo es un aporte significativo, es un ejemplo a seguir, es una meta hacia el futuro de la patria. En la fundación, no está el dirigente político en campaña en búsqueda de votos. Está el jurista preocupado por las reformas sociales, el educador con ideas modularmente claras, el visionario creador de un faro de luz permanente al intelecto, que proyecta una sociedad de profundos cambios socioculturales y por último, el anfitrión gozoso de recibir hombres decisivos en la presente historia americana.

Como dijo José Martí: Ser culto para ser libres.

Atentamente,

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