Hoy 
Señor director:
Es loable y valiente el trabajo que ha emprendido el Fiscal de la Provincia de Santo Domingo, Eddy Olivares Ortega, dirigido a detectar y sancionar a quienes se dedican al detestable negocio de reclutar y prostituir a menores, lo cual si no es nada nuevo en el rosario de los males sociales que nos afectan, demuestra como crece el delito y muestra sus diversas facetas.
Es importante y es altamente alarmante que agentes policiales estén involucrados en tan repudiable delito con la única finalidad de obtener dinero, contribuyendo, a espaldas de su responsabilidad, al crecimiento del vicio y la corrupción de la sociedad a la que están llamados a proteger.
Triste es el caso, como lo denunciara el Fiscal de Santo Domingo, que agentes del orden público acudieran a buscar dinero a una vivienda en el Barrio Simonico de Villa Duarte, y que era usada como Centro de Prostitución de menores, principalmente de niñas víctimas de hogares destruidos.
De no menos alarma es el caso específico de un Agente de Politur, quien según denuncia del Doctor Ortega Olivares, está siendo investigado en relación a que servía de intermediario para llevar los menores a turistas tal como lo reseña el vespertino El Nacional en la Pág. 4 del pasado viernes 30 de abril. Mucho más grave aun es el referido centro fuera operado por una señora de nombre Angela Báez Díaz.
Las sucesivas denuncias e informaciones suministradas por el Fiscal Olivares Ortega en medio de la presente Campaña Electoral son de un gran valor, pues si bien desnudan lo que es una práctica bien conocida en el país y que se ha expandido pareja con el crecimiento del turismo, demuestra que cuando se quiere se puede combatir el vicio y la delincuencia, particularmente cuando dañan e impiden el crecimiento de una juventud sana.
De ahí que falta saber cuantos son los casos reales, aparte de los denunciados, y las estadísticas que nos permitirían saber cual es la magnitud y amenaza que sobre nosotros se cierne como sociedad. Particularmente cuales son los programas y el presupuesto de que disponemos en un país cuya economía depende de los ingresos del turismo.
Ojalá que fuese permanente el inusitado celo y dedicación que en el caso está demostrando la Fiscalía de la Provincia de Santo Domingo. Además importa señalar, que aparte de las consabidas críticas, antes y después de la creación de la nueva Provincia de Santo Domingo, la descentralización y dedicación sincera al trabajo reportaran siempre grandes beneficios. Por supuesto, que todo no termine en el simple dicho de que «escobita nueva barre bien», pues entonces estaría más irremediablemente perdido como sociedad.
Atentamente,
Fani Maribel Suero
