[b]Señor Director:[/b]
La difícil tarea de ofrecer definiciones sobre la personalidad ha hecho posible el crecimiento de varias parcelas las cuales han establecido el marco de influencia de factores varios donde se encuentran algunos que establecen que la misma es la interiorización de la cultura. En otra dirección se habrán de colocar aquellos que entienden que la personalidad posee un paralelismo con el ambiente socio-cultural.
Sin lugar a dudas, el medio que llamamos «social», constituye un elemento condicionador en la vida de los individuos, pues nos enseña sentir, pensar, actuar, conforme con, lo que hacen quienes nos rodean. Muy a pesar de esto, debemos hacer notar lo siguiente:
El «medio social» al que nos referimos, no marca su radio de influencia sobre el ser-en-desarrollo. El lugar en donde se va a producir y transmitir el influjo de valores a enseñar, es la familia, de acuerdo a sus patrones interpretativos, los cuales van a descargarse directamente en el niño.
Es sin duda alguna en el hogar donde el niño irá asimilando los valores culturales, los cuales poseen una interpretación que proviene desde el seno mismo de la familia. La conformación de la personalidad se irá moldeando dentro de los esquemas culturales que le sirvan de marco a la familia.
El establecimiento de actitudes y comportamientos basados en la cultura y subcultura con sus componentes: familia, barrio, escuela, compañeros de juego, vecindad, habrán de ser los conectores que facilitarán el suministro cultural al cual se adaptará el individuo.
El peso que se va haciendo evidente de esta relación con los demás gravita de manera fundamental en la formación de la personalidad del ser-en-desarrollo. La relación con figuras significativas, servirán para determinar las actitudes centrales del individuo en su vida, pues las derivaciones de confianza, generosidad, nivel de aspiración, coraje, optimismo, etc., etc., tienen a colocarse en la esfera su fluyente personalidad.
Es de esta forma mediante la cual la familia se hace sentir como el grupo de influencia social de mayor peso en el desarrollo del ser humano. Dicha influencia se deja sentir en el impacto emocional inicial del niño.
Puede afirmarse que la influencia doctrinaria del hogar habrá de mantener una imperecedera vigencia en el proceso de independencia y autoafirmación que resultan propio de la adolescencia y la juventud. Hay que dar verdadera atestiguación sobre los efectos de repercusión psicológica en el choque generacional, aunque de hecho, la misma puede lograr influencia de largo alcance.
Debemos puntualizar que un choque generacional deja de ser un hecho psicológico y se convierte en un hecho social, cuando los esquemas mentales interpretativos de la familia resultan inadecuados para comprender un medio social que resulte distinto. Es así como se habla precisamente de: choque generacional.
La familia de por siempre ha permanecido en el foco de atención de la psicología del desarrollo, no obstante en la actualidad el conflicto familia-joven la convierte en un factor externo de gran impacto en el desarrollo continuo de la juventud.
Algunos factores son de marcada influencia hacia las posibilidades de un joven carente de afectos, de cariño, en una permanente estado de convulsión y con toda una crisis en los sistema de valores, cabe hacer un poco de reflexión frente al problema generacional.
Formarse una concepción del mundo en las actuales circunstancias no resulta nada fácil para nuestros jóvenes, pues cuando la sociedad cambia de manera brusca y profundamente, los conflictos se harán más radicales y la interpretación del mundo de los mayores poseerá una tendencia hacia la falsedad.
El surgimiento de situaciones conflictivas de nuestros días posee una carga y niveles de grados con un mayor peso en lo social, y no ha nivel psicológico como se pretende establecer.