Señor director:
«Confrontación», es el título de su editorial de este miércoles 3 de noviembre. Confieso que quien lo ha escrito lo sabe hacer; saber escribir no es solo el uso correcto del lenguaje sino también la articulación inteligente de las ideas.

Esta Secretaría de Interior y Policía ha actuado en un marco estrictamente jurídico, ya que la ley es el único marco que nos obliga a unificar esfuerzos y objetivos.

El Estado dominicano tiene en su seno funcionarios electos o designados de los diferentes partidos políticos mayoritarios y emergentes, por lo cual «partidización»» -tal como lo señala- «de los asuntos de Estado» no es posible en nuestro caso,debido a que queremos institucionalizarlo y con él organizar a la sociedad.

Efectivamente en la resolución No. 04-04 relativa a la Policía Municipal, en su ordinal tercero, esta Secretaría plantea justamente lo que dice el final del editorial:

«… hubiese bastado con especializar a miembros de la Policía Nacional en aspectos específicos y de vigilancia municipal o comunitaria», para inmediatamente poner como ejemplo lo que se hizo con la Policía Turística y la Autoridad Metropolitana de Transporte.

En la resolución se ordena, a través de la jefatura de la Policía Nacional, que la Dirección de Policía Comunitaria asuma la organización  y supervisión  de esa área de especialización relativa a los municipios, tal y como se destina Politurs y Amet, para sus respectivas áreas.

Estamos actuando en un marco estrictamente jurídico y hemos querido evitar una confrontación en un plano fuera de ese marco. En todo casi si tenemos que hacer algunas contestaciones lo haremos en los tribunales, si esto se lleva a ellos, porque ese es otro ámbito (el judicial) que nos obliga a todos a ponernos de acuerdo, aún siendo de fuerzas políticas diferentes.

Su editorial es un excelente ejercicio porque ciertamente en él se hace un concierto intelectual de variables para hurgar en la búsqueda de una contradicción de origen político, la cual de nuestra parte no existe.

Renovándole nuestros afectos, sin otro particular,

su amigo,

Franklin Almeyda Rancier
Secretario de Interior y Policía

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¿Petróleo

Señor director:
¿Existe petróleo en la República Dominicana? Se percibe la extraña sensación entre los ciudadanos interesados, de que los gobiernos no hacen el esfuerzo necesario para esa incógnita dejarla resuelta.

Cada cierto tiempo la Dirección General de Minería de la Secretaría de Estado de Industria y Comercio hace declaraciones, unas veces generando expectativas y otras quitando ilusiones.

Parece que estamos estancados en el camino de las declaraciones de prensa, abstractas y teóricas, mientras el país espera del gobierno acciones más enérgicas que lleven a esclarecer la existencia de petróleo, aunque sólo sea en cantidades suficientes para satisfacer la demanda local o parte de ella.

Compañías exploradoras con contratos en ejecución por más de una década, declaran a la prensa la existencia potencial de las características geológicas y las cuencas sedimentarias apropiadas para un ambiente generador de petróleo en términos geológicos, funcionarios de esas compañías en el país han expresado recientemente a los medios de comunicación que existen indicios suficientes de la existencia de petróleo en cantidades considerables y que algunos de los pozos abiertos expulsan el crudo con presión que alcanza los seis metros de altura, lo que fortalece la hipótesis de que el país sólo tiene que montar la infraestructura adecuada para explotar el petróleo.

Lo que demuestra que existe petróleo, pero en cantidades no comerciales para que las compañías con contratos en ejecución le resulte un negocio rentable.

Cuba no tiene grandes cantidades de petróleo, pero sus pozos en explotación aportan un 25% de su consumo.

Se dice que el Gobierno tiene propuestas de compañías dominicanas, interesadas en resolver las necesidades de petróleo para uso doméstico y con la probabilidad de venderle a la hermana República de Haití.

Con la oferta de concertar contratos más favorables, en donde el Gobierno nacional mantenga el control del petróleo, y pueda desarrollar proyectos de beneficio social.

¿Que falta y cuánto más habrá que esperar para que se cumplan todas las etapas y se determine el potencial de petróleo?

En un país como el nuestro, la decisión Presidencial, podríamos decir. Así sea.

Atentamente,

José Miguel Mascaró M.