Señor director:
República Dominicana un país en vía de desarrollo dicho por mucho para hacerlo ver más importante, pero lo cierto es que esta palabra es una pura demagogia. Este es un país muy pequeño y ocupa la mitad de una isla la cual tampoco es grande. A pesar de ser pequeñito es «un país muy rico» y derrochado dicen muchos porque aquí se habla de miles de millones de dólares y ¿Qué me dicen del presupuesto nacional de ingresos y gastos públicos? ¡Mucho dinero! ¡Verdad! El presupuesto nacional per cápita debe ser muy alto, y la redistribución per cápita por provincia sería muy buena. Ahora bien qué pasa con un país pequeñito que genera tanto dinero.

 Bueno, pienso que en este país no debería existir caminos vecinales llenos de piedra, tierra y polvo y las ciudades tendrían autopistas de por lo menos cuatro carriles en vía separada, las ciudades con sus calles señalizadas sin ningún tipo de hoyo incluyendo los barrios más marginado y por supuesto no hay razón a los apagones eléctricos. Dominicana sería conocida como una nación organizada, de ejecución planificada y de gran respeto a la aplicación de las leyes. Nuestros sistemas educativos y de salud sería único y excelente.

¡Qué no se haría con tanto dinero en un país de pocos habitantes! Particularmente entiendo que las cosas se han hecho mal desde el principio y que no ha existido una unidad en el pueblo, es cierto que la corrupción se ha llevado una gran parte del tesoro de los dominicanos y que estos mismos corruptos no invierten el dinero dolosamente adquirido aquí en su país sino que repatrian sus capitales, de esta manera le crean riqueza a otras naciones, dejando este país sin pito y sin flauta. ¡Ingratos! Pero saben qué, el problema no radica ahí la corrupción es un elemento del conjunto de problemas, el meollo económico de nuestro país es un exceso de nuestros dirigentes de poner a dominicana a correr a mucha velocidad cuando aun no sabemos gatear y una gran falta de no aplicar las cosas con principio y desde el principio. Tomando como excusa que lo que tenemos en mano no sirve y que en tal o cual país es de esta u otra manera y siempre queremos tener las mismas leyes que los países desarrollados, los mismos métodos, las mismas soluciones y los mismos medios y mecanismos para hacer tal o cual cosa. Y yo me pregunto es esto correcto, pienso que no, pero nuestros dirigentes siempre están pensando en la gran modernidad y el desarrollo (que no es malo muy al contrario es bueno). Pero debemos saber la necesidad de nuestro pueblo y la capacidad de acuerdo a nuestra cultura entre otras cosas.

Reflexiono, antes de implementar una nueva ley con característica de modernidad y del país desarrollo es mejor saber en qué está fallando la vigente y si se está haciendo una buena aplicación de ella o si necesita algún tipo de reglamentación entre otras muchas cosas. ¿Ustedes saben cuánto se gastó o cuál fue el costo de los juegos panamericanos, el costo del voto en el exterior, cuánto costaría el voto electrónico, cuánto le cuesta al estado las campañas electorales, la carga del Congreso Nacional, el costo de las divisiones geográficas de provincia entre muchísimas cosas más? Y cuántas leyes con aire de modernismo hay sin haberle creado primero la base, infraestructura y los organismos e instituciones para ejecutarla. Creo que es mejor que las prioridades básicas se hagan bien desde el principio.

Atentamente,

Miguel Antonio Peralta Rodríguez

Puerto Plata