Señor director:
El pasado martes 22 de febrero escuché parte de la excelente presentación que hiciera el ingeniero Diandino Peña, por un conocido programa radial, del proyectado Metro de Santo Domingo. Aunque creo que si contáramos con un sistema de transporte público subterráneo que cubriera el área metropolitana quedaran resueltas la mayoría de los graves problemas de tránsito que padecemos y aunque creo también que los autores del proyecto tienen la capacidad profesional para asegurar que ese proyecto puede completarse y operarse de manera técnicamente correcta, en esa presentación el ingeniero Peña reveló varios aspectos que deben ser estudiados y resueltos antes de embarcarse en tan importante proyecto. Estos aspectos son:

1) A pesar de que originalmente se diseñó el túnel a una profundidad tal que la excavación del mismo no afectaría la superficie mientras se realizaba y así se informó a la ciudadanía, han encontrado que el nivel freático es mucho más alto que lo previsto y en todo el tramo de la Máximo Gómez (el más crítico) las excavaciones tendrán que hacerse a cielo abierto.

Este es un cambio trascendental en el proyecto, ya que una actividad que no afectaría ni el tránsito ni las actividades normales en esa vía se pasa a una que impediría tanto el tránsito como toda otra actividad comercial o privado en ese tramo del proyecto.

2) El ingeniero Peña informó que la disposición del material a ser excavado no ha sido considerada en el estudio del proyecto, pues se ha decidido contratar este trabajo y dejar que los contratistas discutan y resuelvan este problema con las autoridades de Medio Ambiente en su oportunidad, lo cual deja en el aire uno de los problemas más importantes de la construcción de un túnel, la disposición del material extraído.

3) Cuando un participante se quejó de que los residentes de Villa Mella tendrían que pagar otro transporte para trasladarse desde sus residencias a la antigua cementera para tomar el Metro, lo cual más que duplicaba, el ingeniero Peña informó que eso no ocurriría ya que el proyecto del Metro incluye la creación y operación de un sistema de transporte superficial que se llamaría Metro-bus, cuya función sería trasladar a los usuarios del Metro desde sus respectivos sectores (Villa Mella, etc.) hasta la estación de la cementera, sin ningún pago adicional, ya que el Metro absorbería los costos de instalación y de operación de ese sistema satélite. Siendo los costos de operación y de los pasajes el aspecto más cuestionado por los que han hecho comentarios positivos o negativos sobre este proyecto, el hecho de que hay otros costos a considerar, hace necesario que se estudie cuidadosamente este nuevo componente.

El costo para el usuario y el subsidio que absorberá el Estado son probablemente los números que decidirán si el Metro es factible, por lo que es imprescindible que estos queden bien determinados en pesos y centavos. El aspecto oscuro de la presentación es que cuando se refiere a los costos de operación dice que el de este proyecto tiene necesariamente que ser más bajo que el sistema actual pues ahora el usuario promedio gasta hasta un 22% de sus ingresos cuando en las ciudades en las que está en funcionamiento el Metro (que son las grandes urbes de los países desarrollados), esta suma llega a lo máximo a un 8% de los ingresos de los usuarios.

Si el ingreso medio para el usuario de Santo Domingo es RD$6,000.00 mensuales o RD$200.00 diarios, el 22 serían RD$44.00.

En cambio si consideramos que el ingreso de los usuarios en las ciudades en que opera el Metro sea de solo UD$1,500.00 mensuales o sea US$50.00 diarios, el 8% gastado en ese transporte sería US$4.00, equivalente a RD$120.00, que es casi tres veces lo que se gasta ahora.

Esos números dados por el ingeniero Peña (o mal entendidos por mi y de ahí mis cálculos) debemos aclararlos. ¿Ojalá que eso sea posible para que podamos disfrutar de las ventajas de la modernidad!

Con saludos afectuosos,

Atentamente,

Ramón Cáceres G.