CARTAS AL DIRECTOR
El Orfeón de Santiago

CARTAS AL DIRECTOR <BR>El Orfeón de Santiago

Señor director:
Cuando leí sus líneas en el día de hoy del Coctelero sobre la no disponibilidad de fecha el Gran Teatro del Cibao el número 42, me llené de satisfacción, al leer sus breves notas sobre el mismo, para señalarle algunas sobre las visicitudes a nivel del vía crusis- que nos ha tocado recorrer desde nuestra fundación, con un solo camino «El Cuesta Arriba». Este año no se pudo conseguir la fecha. El Orfeón de Santiago, solo vive de los aplausos, ya que su director, según los componentes, valiosos jóvenes de Santiago, vive de sus principios musicales y nada más ante de su sacerdocio.

Hace un año, quisimos traer el Orfeón a la sala principal de nuestro Teatro Nacional, luego del exitazo y a sala llena que nos patrocinó el Banco del reservas en esa ocasión, a tal propósito nos unimos al director del FEDA y a la Asociación Shalom Inc., haciendo notar que en dicha presentación estaría nuestra primera dama, y algunas que otras autoridades; nosotros nunca hemos cobrado lo que vale una presentación. ¿Sabe usted cual fue la respuesta de la Administración del Teatro Nacional? Que teníamos la fecha señalada en nuestra carta dirigida al Teatro, pero que para su reserva teníamos que abonar RD$50,000.00. Dijimos nosotros: «que timbales».

Por el momento la subsistencia del coro se debe solo al coraje, la disciplina y los principios morales del director, ayudado por el gobierno con una subvención, en la cual tenemos que aclarar a cada momento que no somos una ONGs, cualquier de esas volanderas. Así mismo debemos señalar la apertura y colaboración del Ayuntamiento de Santiago. Con ambas ayudas es que estamos, por lo menos, respirando en el difícil medio cultural de nuestro magnífico país.

El Orfeón de Santiago ganó el derecho de participar en el XII Congreso del Festival de Coro, que se celebró el año pasado en España, con la participación de la mayoría de los países de habla hispana y europeos. Luego de varias consultas económicas para ello, supongo no hace falta más detalles, para saber que no asistimos. Una de las respuestas más dominicanas, claro de lo que nos administran fue: «Eso es demasiado cuartos: RD$625,000.00 fue el presupuesto en cuestión, y pensar que esa suma en Palacio, es una gota de agua en el inmenso mar del presupuesto nacional y los porcientos de comisiones a granel.

Señor Coctelero y los miles de miles que como el suscrito leemos su columna, quise hacerle un breve señalamiento clasificándolo del vía crusis del Orfeón de Santiago, pero no todo ha sido la problemática de cada día, tenemos un público cautivo de unos 800-900 personas que han llenado la sala principal del Grande del Cibao en los últimos cuatro años del festival navideño, que este año llega la versión 42, y la de verano la número 38 -que son sólo algunas de las luces después del túnel, que tenemos que cruzar para llegar a nuestros 42 años de fundado, en este preciosísimo país que tenemos, aun con todos los traspiés de los que nos administran.

Pedimos finalmente, al Dios todopoderoso, que se manifieste en dar raciocinio del buen pensar para que los patronatos nacionales sigan creciendo en número y en personas que se entregan a servir al país y a realizar el mejor de los trabajos, para que puedan «calibrar sus situaciones a cada caso en particular».

Por el momento el Orfeón de Santiago continúa su accionar.

Afectos.

Santiago Hilario Brito
Representante del Orfeón en Sto. Dgo.
Tel. 287-0065

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Fue Castillo

Señor director:
Respetuosamente le digo, que en el diario HOY que usted atinadamente dirige, he leído que más de un reputado articulista ha dicho que la frase «borrón y cuenta nueva», pronunciada fue por ese despertador de conciencias que fue aquí el profesor don Juan Bosch.

No señor director, esa frase absolutoria fue dicha frente a una multitud congregada en el Parque Colón el viernes siete de julio del 1961, por el señor don Ramón Antonio Castillo.

Ese inolvidable día, viernes siete de julio del 1961, desde un balcón de la casa número 15, segunda planta, de la calle El Conde, don Ramón A. Castillo pronunció una breve exhortación a nombre del Partido Revolucionario Dominicano y concluyó con el famoso «borrón y cuenta nueva». Para mayor ilustración de lo que afirmo, recuerdo que el aludido disertante vestía de blanco y al finalizar su corta perorata se despidió de la enardecida multitud, levantando por encima de su cabeza, los dos brazos con los das manos unidas y con los dedos entrelazados.

Cuando esto ocurrió todavía faltaban para el regreso del profesor Juan Bosch después de veinticinco años de ausencia, más de tres meses.

De usted atentamente,
José Antonio Núñez Fernández

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