CARTAS AL DIRECTOR
El yate de Caamaño

CARTAS AL DIRECTOR <BR>El yate de Caamaño

Señor director:
En el diario HOY, he leído que el yate de Caamaño en aguas de Boca Chica se encuentra semi hundido y casi desguazado. Pues bien señor director, he visto que al motovelero de la expedición de Caamaño se le da el nombre de «Black Jack».

Eso resulta incorrecto, mal podían navegar en una nave con ese nombre, los valientes expedicionarios del 2 de febrero de 1973.

Black Jack era el nombre de la bandera negra, de la blanca carabela y las tibias cruzadas, que flotaba en la proa de las naves piratas de Morgan, Blood, Lafitte, Drake y otros ladrones de los mares.

La nave de Caamaño pudo ciertamente haberse nombrado «Black Yacht», pero jamás «Black Jack».

El nombre de la nave del Coronel de Abril, de Hamlet, Claudio, Pérez Vargas, Lalane, Galán, Payero, Holguín y Peña Jáquez, fue «Black Yak», o sea yak negro.

Y se llamó así por alusión a un bóvido, a un toro, a un rumiante de largo pelaje que vive en el Tibet a 5000 mil metros de altura. Ese animal, el yak es usado como animal de labor, de carga y de montura.

Reiteramos que el yate en que Caamaño vino con sus hombres en el 1973, se llamó «Black Yak». Y para aseverar o para negar lo dicho están Claudio y Hamlet que se hicieron nautas y supieron y aprendieron que si por la proa arrecia el viento, sin torcer el timón recto camina; si es por la popa gana el barlovento y si es por el estribor entonces marcha en bolina.

En bolina y dando tumbos está marchando la nave de la nación. Sin duda que por el «pepehachismo». Por eso el barco de Caamaño está hundiéndose. Y un día el «autogiro» marca Colibrí de «El Don» irá a la sala de un museo.

¡Leonel puede salvar el Black Yak! El toro negro que un día arribó a Caracoles.

Atentamente,

J. A. Núñez Fernández

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