Señor director:
Todo el orquestamiento que se establece dentro del mundo y la panorámica del adolescente adquiere una verdadera dimensión muy especial dado que la forma mediante la cual se produce su dinámica, es también de dimensiones especiales.

Es así como el YO durante esta importante etapa adquiere un sello, cuyas peculiaridades son destacables, y merecen mención especial, aunque su permanencia resulte relativamente efímera.

El YO es la suma total de las ideas y actitudes personales acerca de quien se es, que se es.

Abarca todas las experiencias que constituyen la percepción  personal de la existencia. Incluyen todas las ideas y actitudes que han ido evolucionando desde la infancia y logran mostrar signos de estabilidad al llegar a la adolescencia, donde se habrán de producir cosas que obligan al adolescente a mirarse a sí mismo con nuevos ojos.

Aun cuando en este YO existe un núcleo firme de continuidad en la personalidad, no ha logrado aún su estabilidad definitiva, cada quien tendrá que acostumbrarse a la nueva persona que difiere de la anterior.

La empresa de ir descubriéndose a sí mismo tiene varios aspectos:

– Verse a sí mismo como él es.

– Proyectarse  a sí mismo hacia el futuro, es decir como un proceso de legar a ser.

– Optar por hacer elecciones.

– Cuestionarse a sí mismo acerca de sus orígenes y dotes personales.

– Fijar identidad y aceptar metas.

– Fijar además, papel sexual, filosofía de vida, aspiraciones.

Dentro de ese torbellino de elementos que hay que definir, escoger, afirmar, utilizar, etc, se encuentran además las ideas y las actitudes y su relación entre sí mismas, además de saber que las respuestas del adolescente son altamente influidas por todo cuanto acontece durante la adolescencia.

El YO adolescente, es la esencia de su existencia tal y como en él ocurre.

Allí se encuentra lo que es para él la estructura de su ser, ya sea un palacio o una prisión. En ese mundo subjetivo es donde percibe la naturaleza de su humildad, sus goces y sus penas; sus esperanzas y sus temores; las ternuras y las asperezas.

El YO conocido incluye todas las ideas y sentimientos que tiene una persona con relación a las propiedades de su cuerpo y a sus características personales. Comprende sus creencias, valores y convicciones. Constituye en sí la concepción de su pasado,de su ambiente y de sus perspectivas futuras.

Los componentes del YO se gradúan desde los detalles neutros de la autopercepción hasta las actitudes cargadas de sentimientos (orgullo, vergüenza, autoestima, autoreproche).

Al hacer referencia a la expresión «El YO conocido», queremos dar a entender que la visión que uno tiene de sí mismo no da referencia plena de lo que se es y de lo que se ha llegado a ser. Es una valoración subjetiva de sí mismo. Puede incluir sus ideas acerca de sus motivos, opiniones que de acuerdo con sus normas puedan ser incorrectas o no, pero que para él son la realidad.

Atentamente,
Atahualpa Soñé

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Señor Director:
Yo quisiera saber lo que esperan las autoridades para  salvar los puentes Duarte y Juan Bosch de las tinieblas que amparan a unos delincuentes, que saliendo de uno y otro lados de las cercanías del río Ozama,  provocan que automovilistas y motociclistas  detengan la marcha para entonces asaltarlos y, en muchos casos quitarles la vida, como acaba de pasar con un capitán de la Fuerza Aérea.

La desprotección de los ciudadanos que transitan por muchas vías  urbanas sin que haya patrullas cuidando, se agudiza en los puentes. ¿Por qué los pillos los prefieren?  Sencillo: nunca la noche es más oscura que cuando uno va a cruzar sobre el río. Los ladrones, que parecen dueños de todos los metales que se encuentran en la ciudad, acabaron, desde antes del 16 de agosto,  con cables y reflectores de los puentes y ahora todo allí es oscuridad. Los síndicos y la Policía deberían condolerse de los muchos ciudadanos que tienen que transitar  por el Duarte y el Bosch en horas de la noche.

Atentamente:
Genaro de Vidal