CARTAS AL DIRECTOR
Energía y medio ambiente

CARTAS AL DIRECTOR <BR>Energía y medio ambiente

Señor director:
Evaluar los efectos ambientales del sistema energético, como principal elemento de contaminación es la preocupación que enfrentan los gobiernos del mundo y la humanidad, que pone en peligro su auto desaparición del planeta azul.

El consumo mundial de petróleo, carbón y gas natural, mayores productores de las emisiones de dióxido de carbono, se incrementó de 8,712 millones de toneladas métricas de carbono en 1988 a 9,454 millones en 2004 (equivalente a un 8.5% del total mundial). Los EE.UU., China, Rusia, India y Japón fueron los cinco mayores emisores con 52% del volumen mundial. El petróleo estableció la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono con un 42% del total emitido y EE.UU. el mayor país productor con 24% del total mundial. La segunda fuente más importante de emisiones lo constituyó el carbón, con 330 millones de tonenaladas métricas, equivalente aun 37% del total. El gas natural produjo emisiones de dióxido de carbono del orden de 20% del total emitido. Las declaraciones, en torno al tema, de todos los acuerdos internacionales, las cumbres presidenciales, los protocolos y demás yerbas naturales, no se aplican cuando se trata de violaciones realizadas por las naciones bendecidas por la gracia de las riquezas.

El caso especifico de República Dominicana, que tiene un consumo estimado de 145 mil barriles diarios de petróleo; una sola Refinería, con capacidad para procesar 34 mil barriles diarios; un consumo de energía anual creciendo a un ritmo superior al 6%, presenta un cuadro interesante desde el punto de vista de la conservación del medio ambiente, que podemos modificar, si somos capaces de tomar las medidas precautorias en la planificación de nuestra demanda futura.

Aunque las emisiones contaminadas de la energía, producidas en esta media isla, resultan muy pocas comparadas con los niveles mundiales, su reducción debe ser un compromiso de Estado, por el uso ineficiente y derrochador con que los sectores consumidores realizan diariamente su rutina. Es necesario imponer el ahorro y uso eficiente de la energía preservando el hábitat de las futuras generaciones, y los negocios de las actuales, que ingenuamente afilan cuchillo para su propia garganta.

el impacto al medio ambiente, generado por las fuentes de energía convencionales que se utilizan en el sistema eléctrico dominicano, en los diferentes sectores de mayor consumo, requiere de una urgente atención, en corto tiempo, con el objetivo de reducir la dependencia de la importancia de petróleo, cuyas reservas disponibles en el mundo son cada vez memorers y su costo cada día es creciente.

Las emisiones de materias contaminantes al medio ambiente, con el procesamiento de los combustibles fósiles, cuyo objetivo final es, entre otros, la producción de energía eléctrica, el transporte y el uso doméstico, son los mayores contribuyentes al efecto invernadero y la formación de lluvias ácidas, debido a la quema de éstos productos en cuyo contenido se encuentra el azufre y la emisión de mercurio en centrales térmicas de carbón como son las Itabo. La producción energética del país aporta muy pocas cantidades a estos problemas, en términos proporcionales a las estadísticas mundiales, pero si consideramos que en la actualidad la demanda energética es de 1800 MW y el 86% de la despachada al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) es de combustibles fósiles, en el futuro podrían presentarse cualesquiera de estos fenómenos. El restante 14% de la producción energética es por generación hidroeléctrica, la más limpia de todas.

En resumen, es necesario que el Estado, través de la Secretaría de Medio Ambiente, controle, capacite y preste asistencia técnica a las empresas, instituciones y población en general, sobre la protección ambiental como un elemento de responsabilidad compartida por todos los individuos en el desarrollo de una nueva cultura de convivencia en armonía con el medio ambiente.

Atentamente,

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