CARTAS AL DIRECTOR
Estímulos y motivos

CARTAS AL DIRECTOR <BR>Estímulos y motivos

Señor director:
Cuando el siglo XX se aprestaba tomar el derrotero hacia el trabajo científico, los fundadores de la psicología de la conducta coincidieron en tomar como elemento básico y modelo la relación conductual: los reflejos.

Pavlov, Thorndike y Freud abren las puertas de esos interesantes estudios. Pavlov, toma el asunto con claras evidencias, Thornidike desde el primer momento nos entrega en su trabajo la relación entre el estímulo y la respuesta de manera evidente. Por su lado Freud dice de manera explícita, que el reflejo debe servir de modelo al estudio del comportamiento.

El estímulo podía ser considerado como el único factor necesario para la puesta en marcha de la reacción, lleva a muchos autores a desplazar el problema de la motivación, atribuyendo al organismo vivo una participación esencialmente reactiva, es decir, reacciona en forma específica ante elementos excitantes que le son aplicados.

Con un esquema como el señalado, tendremos la propiedad fundamental unida a la acción estimulativa como punto de partida de la dinámica del comportamiento.

El apelar al aspecto motivacional ha logrado imponer otros criterios, como la aprobación de que el organismo no siempre reacciona ante el excitante que propone el medio. Por otro lado el objeto sexual o el alimento, que en determinadas circunstancias provocan reacción conductual, en otras parecen no provocar tales afectos.

Se desprenden lo señalado, que es indispensable contar con algún otro factor que permita establecer el elemento diferenciar de la reactividad. Es obvio que se establezca el, umbral de la receptibilidad o la sensibilidad del organismo frente a un agente excitante.

Esto explica el porqué la Psicología contemporánea entiende por motivación un factor eminentemente activos o de elevada sensibilidad del organismo frente a un excitante. En otras palabras, la motivación es un estado del organismo cuya función es hacer descender el umbral de reactividad ante ciertos excitantes.

Merece bien estimarse la distinción entre motivación y estímulo propiamente dicho. Resulta una constante la confusión que ha prevalecido entre ambos términos, aunque debemos señalar que el factor sensibilización, es el conjunto de condiciones fisiológicas que forma el punto de partida del comportamiento, para hacer más sensible al organismo ante los estímulos.

Contrario a lo que se pensaba, las células nerviosas no necesitan ser activadas desde el exterior, pues no es fisiológicamente inerte, y su actividad natural constituía un sistema de automotivación. El propio Hebb modificaría su hipótesis, inclinándose a identificar el estado general de motivación con la función de vigilancia que emana de la formación reticular del tronco cerebral.

La concepción de Freud inspirada en las teorías de su tiempo, no han sido destacadas, continúan influyendo actualmente en materia de motivación.

Parece plausible cuando se trata de necesidades fisiológicas del organismo que la motivación se pueda formular en términos de búsqueda de placer o bajo la forma de huída o, displacer. No obstante para las necesidades fisiológicas y las homesotásis, la concepción de motivación en términos de descarga de energía y de huída, es actualmente objeto de discusión.

Por lo que atañe a la motivación como huída de la situación negativa o displacer, es una manera de concebir las cosas que afectan de manera profunda cualquier teoría de la personalidad y las relaciones que unen al psiquismo con el medio.

Detrás de los principios freudianos sobre el displacer, muchos psicólogos han interpretado la motivación en términos de vida, miedo o ansiedad.

 Atentamente,

Atahualpa Soñé

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