Señor director:
Con entusiasmo me permito exponer por medio de este espacio de opinión mis consideraciones respecto a la actitud colaboracionista que desde hace años viene prestando el gobierno de la República China de Taiwan por medio de sus organismos, dentro de ellos la Fundación de Caridad Budista Tzu Chi.

Por lo regular como corresponsal de ese diario en La Romana tengo oportunidad de recibir todas las notas de prensa que elabora el Departamento dirigido por el excelente amigo Tomas Chen dando a conocer las actividades tanto de la Embajada como de la propia fundación y lo cierto es que debemos agradecer ese gesto noble y desinteresado de parte de esos funcionarios Chinos para con nuestro país.

Don Mario soy testigo de las cosas que hacen esos orientales en esta ciudad en beneficio de los niños pobres de la parte oeste del pueblo, ellos eligieron una escuela de varias aulas dotada de comodidades para darle enseñanza a más de 500 niños pobres, a los cuales les proveen todos sus libros, libretas, lapices, uniformes, así como atenciones médicas y los medicamentos para cuando algunos de ellos se enferma.

Dicha escuela esta localizada en un lugar poco remoto pero a la misma concurren esos alumnos llenos de entusiamos y a sabiendas que esa enseñanza que le imparten los profesores dominicanos pagados por la Fundación Budista Tzu Chi, esta asegurada para beneplácito de los padres en su mayoría muy pobres.

En conversación con el señor Tomas Chen consejero de prensa de la embajada, éste deja claramente establecido que su gobierno continuará ayudando a nuestro país, ya se anunció la inauguración de un hospital en uno de los pueblos del interior, pero el proyecto de sembradío de bambú en Bonao, los operativos médicos realizados en Montecristi, Azua, en Jimani, Constanza y en esta ciudad de La Romana han servido para sanar muchas dolencias en personas enfermas.

Recientemente, específicamente el pasado sábado 26 de febrero decenas de médicos y voluntarios Taiwaneses llegaron a La Romana acompañados también por doctores dominicanos y dedicaron varias horas dando atenciones médicas a más de 500 alumnos de la Escuela que ellos patrocinan, entregando a cada alumno el medicamento adecuado, lo que significa que como dominicano me veo en la obligación de resaltar por este medio ese aporte valioso que presta el gobierno de la República China de Taiwan, agradeciendo también muy especialmente al señor Tomas Chen por la cortesía de invitarnos a cada actividad que ellos van llevando a cabo en bien de nosotros los dominicanos.

Atentamente,

Víctor Barromé

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La vivienda

Señor director:

La relación entre vivienda y pobreza es evidente. Como espacio de convivencia, una casa o apartamento es un indicador claro de la baja calidad de vida en los hogares, razón por la cual los esfuerzos para reducir el analfabetismo y la insalubridad van de la mano para dotar a las personas de una vivienda digna.

En países como el nuestro el problema se refleja en término cuantitativo y cualitativo. Falta unidades y hay que mejorar las que hay. El déficit actual es de 1.2 millones de unidades, de acuerdo a un estudio del Centro de Investigación Económica de las Antillas (Cenantillas). En tanto que la Comisión Económica y Social para América Latina (CEPAL) reveló que en el país existían unas 126 mil unidades irrecuperables. Se necesita construir más viviendas para contrarrestar el déficit y evitar que aumente, una responsabilidad que debe ser compartida entre el sector privado y el sector público.

Es indiscutible el rol que debe asumir el Estado en este proceso, con el fin principal de que los sectores de ingresos medios y bajos puedan adquirir una vivienda, y elevar las condiciones de vida de los sectores más necesitados. Entre otras medidas se requiere que la entidad estatal responsable en esta materia, el Instituto Nacional de la Vivienda,cuente con los recursos suficientes para cada caso.

Comparado con los países de la región, el costo de una vivienda aquí es más alto, puesto que representa tres veces el ingreso medio ponderado, mientras que en América Latina es dos veces el ingreso medio anual. A esto se añade los intereses por financiamiento, lo que dificulta aún más las posibilidades de tener una casa propia a sectores de la clase media, entre los que se incluyen a miles de profesionales.

En el VIII Foro Iberoamericano de Ministros y Autoridades del Sector Vivienda y Desarrollo Urbano, celebrado el año pasado en La Paz, Bolivia, se acordaron 24 puntos en esta materia. Se recomienda a los países participantes, incluidos la República Dominicana, que en los programas de lucha contra la pobreza se considere la vivienda en un rango preponderante.

Atentamente,