Hoy 
Señor director:
Aprovechamos la ocasión para agradecer su deferencia y solidaridad con la provincia de San Juan, al publicar en página completa el conjunto de urgencias de nuestra provincia, expresadas en el marco del Diágolo Provincial Gobierno-Comunidad que organizara el Proyecto de Desarrollo de la Provincia de San Juan en esta ciudad; actividad que estuvo presidida por el Lic. Danilo Medina, secretario de Estado de la Presidencia y un grupo de altos funcionarios gubernamentales.
Extendemos este agradecimiento a la periodista sanjuanera Leonora Ramírez, talentosa profesional, quien manifiesta una sensibilidad particular por los problemas que nos acogotan y quien expresa una gran fe en el porvenir que nos espera.
El espaldarazo que nos brinda el periódico Hoy, constituye un estímulo más para que los/as empresarios/as y profesionales sanjuaneros/as que integramos el Proyecto de Desarrollo de San Juan, impulsemos iniciativas puntuales e inteligentes, a los fines de que con la participación del gobierno y la sociedad sanjuanera arribemos a la real concretización de la anhelada y esperanzadora agenda provincial de desarrollo.
Sin otro particular, le saluda con deferencia y entusiasmo.
Atentamente,
Leo Oviedo
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Saramago
Señor director:
Respetuosamente le pido un breve espacio para esta humilde carta mía, donde quiero decirles a los lectores de HOY, que recientemente en la ciudad de Rosario, República Argentina, el Premio Nobel de Literatura de 1998 don José Saramago, en el acto de entrega de premios del Certamen Nacional de Escritura, organizado por el Gobierno argentino y en el que participaron 3000 alumnos, dijo grandes cosas. Saramago manifestó: «Sobre las páginas de un libro se puede llorar y reír, no así sobre la pantalla de una computadora». El maestro invitó a defender y respetar las palabras. En verdad, hay que respetar y defender la palabra no como mero elemento de comunicación, sino también como un instrumento para sentir y crecer.
Nosotros nos descubrimos con respeto frente al maestro. Y decimos que solamente el hombre tiene el don de la palabra, la palabra es de origen divino y es un torpe intento de los tiranos querer quitarle al hombre lo que Dios le otorgó. A pies juntillas creemos, que el significado de una palabra será siempre la relación recíproca que existe entre el sonido de ella y el sentido de la misma. En la significación de las palabras es importante ciertamente distinguir dos aspectos: la denotación, que consiste en la significación objetiva que para cualquiera hablante de una lengua posee una palabra; y la connotación, que es el conjunto de valores secundarios que rodean a una palabra en el sistema de cada hablante.
Primordialmente reitero, que la palabra así en singular, es la capacidad de hablar que tiene el hombre, considerada esta capacidad como un don o privilegio que lo coloca por encima de las demás especies de la naturaleza.
La palabra es un don de Dios, es ella un privilegio exclusivo del hombre. Pero, lamentablemente, han existido entes que se han autodenominados hombres de palabra, cuando en puridad de verdad, han sido y siguen siendo: cultores de la mentira, protagonistas de la embustero-cracia y enemigos de la palabra.
La palabra es sagrada y hay que defenderla… y hay que respetarla.
Y ya finalmente, atentas gracias de:
Atentamente,
José Antonio Núñez Fernández
