CARTAS AL DIRECTOR
Influencias españolas

CARTAS AL DIRECTOR <BR>Influencias españolas

Señor director:
Así decía la invitación que nos llegó a la Embajada de la República Dominicana en Panamá, con motivo del inicio de las actividades de la celebración del Centenario de la República panameña en el año 2003. El día 30 de octubre del año 2002, la Sociedad Benéfica Española de Panamá, celebró un Foro de Influencias Españolas en el Desarrollo Nacional, acto presidido por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, José Miguel Alemán y el embajador de España.

Ya anticipaba el noble pueblo panameño que las celebraciones de los primeros cien años de historia como República independiente sería un acontecimiento sin precedentes, como lo fue, según pudimos apreciar.

En dicho Foro participaron cuatro brillantes panelistas expositores de sus enfoques sobre las mismas, tal fue el caso del doctor Arturo Lindsay, catedrático de Arte e Historia de Spelman College y la doctora Profesora Argelia Tello Burgos, catedrática de la Universidad de Panamá.

La ponencia de la profesora Tello Burgos, fue la primera de la noche y además una de las más brillantes, llamándome poderosamente la atención la organización del acto, que estuvo matizado por las luces de tres faroles de colores verde, amarillo y rojo, al igual que las de los semáforos, colocadas discretamente frente a los panelistas en una mesa horizontalmente, las cuales indicarían a los mismos que la luz verde les permitía hablar, la amarilla les avisaba que su tiempo se acortaba y la roja, que debían terminar y dar paso al próximo participante.

La ilustre Profesora Tello al ver la luz amarilla prontamente, se vio forzada a brincar algunas páginas de su material y manifestar al público: «que ya que en este corto tiempo no me es posible exponer todo lo que quiero y tengo preparado, me veo en la necesidad de dar por terminada mi exposición».

Nos quedó muy claro que la profesora era además una investigadora de todo lo que influyeron las costumbres españolas en su país, enfatizando además que las mismas perduran aún como lo son las celebraciones de bautizos, matrimonios, velorios, y otras solemnes festividades católicas que permanecen en el pueblo panameño.

Uno de los momentos más emotivos lo fue cuando resaltaron con gran entusiasmo el orgullo de Latinoamérica de tener a cinco ilustres personalidades que han recibido el premio Nóbel de Literatura como Gabriela Mistral y Pablo Neruda de Chile, Miguel Angel Asturias de Guatemala, Gabriel García Márquez de Colombia y Octavio Paz de México.

El segundo en participar fue el doctor Lindsay, quien con acento idiomático entremezclado, llevó al proyector diapositivas duplicadas y expuestas al mismo tiempo para poder hacer las comparaciones de las culturas española y africana. Me sobrecogió de nuevo el saber que esos africanos que trajeron a nuestras tierras los españoles, tenían una forma de manifestar su dolor y sus quejas, los cuales como burla a los españoles vestían sus mismos trajes al revés atándoles a la cintura una soga gruesa y tambor en mano golpeaban los cueros para desahogar sus profundas penas y gran impotencia.

Así como quedaron las costumbres hispanas en nuestras tierras, quedaron también las costumbres africanas, creándose un lazo indivisible de culturas que perdura en nuestros días.

Negros, blancos, indios, trigueños, «achocolatados, no importa a cual pertenecemos, los Latinoamericanos somos el fruto de una mezcla de razas, costumbres y culturas, o más bien, un crisol de razas (como acostumbran a decir también los panameños).

El pueblo panameño y sus autoridades pusieron muy en alto y con gran orgullo sus cien años de independencia, los ministerios, organizaciones independientes, misiones diplomáticas acreditadas ante ese país, universidades, colegios y los medios de comunicación, se pusieron de acuerdo con una sola voz.

Atentamente,

Iris Escoto de Báez

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