Señor director:
Se me ocurre este título para dedicárselo a una serie de talentosas mujeres que hoy se desempeñan como directivas de entidades empresariales de variada índole. Resulta difícil establecer el orden y número de ellas ya que todas merecen un primer sitial y ninguna el imperdonable lapso de mi memoria.

Prefiero no mencionar nombres sino apuntar figuras y cualidades de esas damas. Incluyendo la aportada por el inefable y dialogante monseñor, esta dulce y cibaeña señora cumplió su papel excelentemente. Por igual; del lado recaudador otra figura femenina se destacó magistral en sus conocimientos y habilidades.

En el apresurado parto prematuro de un TLC que ya muestra sus defectos congénitos en el dolor precedente de dar a luz, vemos como se muestran las precariedades de también vestir la criatura con pañales fiscales, recibos a cuenta, temores e inconveniencias electoreras sobre un mayo a poca distancia.

Se desnudan ignorancias elementales por hechos consumados y matemáticas impositivas de enorme importancia al futuro del nuevo ser en sus vacilantes pasos hacia la modernidad. El campo dominicano se estremece en esta ignorancia. Se engranuja con tiriquitos de angustias ante un futuro bastante incierto, aparte de recelos medulares de promesas de los que mandan, sobre todo cuando de devolver cuartos se habla.

En este fragor nadie lo hace mejor que esas palomas que airosamente revolotean entre halcones machos de sus propios gremios, más otros de áreas de poder político, económico, de fuerzas sindicales, clericales, también en rizos y barbas del mortificado escrutinio social.

Ellas han pasado las últimas semanas debatiendo con finura, elegancia y firmeza en la mesa de un diálogo nacional que finalmente se enrumba las alturas del Senado de la República en donde estas palomas habrán de repetir esfuerzos, pujar con paciencia hasta lograr otros pactos, otros quehaceres que puedan propiciar que el futuro inmediato nos coja mejor confesados.

Hace pocos días dos de las palomas fueron convocadas a un almuerzo con cinco halcones de las cumbres del poder nuestro. Se agregó un empresario no menos aguileño, quién sabe para qué. Aunque nadie me lo ha referido, doy por sentado que esas mensajeras fueron firmes en sus principios y en las convicciones que su mérito empeña.

Estemos seguros que tamaña comida palaciega nunca había conocido tal desproporción de anfitriones y sutilezas femeninas. Sin embargo, el resultado fue que a pocas horas o días vimos un cuasi consenso en el mentado diálogo.

Dado los intereses envueltos, el momento político-regional y la resaca de un jumo financiero todavía por borrar, lo obtenido por esas mujeres, ayudadas por los aportes de razonamientos y practicidad de sus membresías gremiales, ha hecho posible lo que muchos dimos por imposible.

Congratulémosnos por ello. Demos un aplauso a estas damas que, aparte de dedicadas, valientes y talentosas también hacen grata diferencia, porque son hermosas.

Atentamente,
Enriquillo Rivas S.

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La encuesta

Señor director:
Al iniciar la redacción de este artículo tengo frente a mí sendos ejemplares del Programa de Gobierno del PLD: 2004-2008 y del Plan de Desarrollo Nacional Acelerado (Plamades), el primero un programa con lineamientos generales guía de la inversión del Estado y el segundo un plan global de desarrollo con sesenta proyectos a nivel de perfil. En el primer año el gobierno del PLD ha implementado un 10% del programa citado y un 8% del Plamades (por pura coincidencia ya que este no es un documento público).

Los porcentajes anteriores de ejecución explican, en parte, los resultados de la encuesta Gallup-HOY, en el sentido de que «el 61% de las personas consultadas cree que la economía del país está mala». En la República Dominicana la planificación del desarrollo no ha comenzado a nivel del Estado. De hecho, en este primer año de gobierno se ha conseguido la estabilización de la macroeconomía (tasa de cambio fija, presupuesto equilibrado, endeudamiento externo moderado, entre otros). El éxito macroeconómico relativo se debe principalmente a que el gobierno ha cumplido con el programa contenido en el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que conlleva utilizar los principios de la administración científica moderna o perecer.

En otro orden, hubo durante el primer año de gobierno éxito relativo en la economía grande, la del Estado pero qué pasó con la economía de la gente (la microeconomía), por ejemplo: con los precios, los impuestos, el empleo, los apagones, la gasolina, la medicina, entre otros bienes y servicios de primera necesidad, en general iguales o peores, por lo tanto, es razonable y explicable que el gran pueblo se queje de la economía nacional y espera que en el mediano plazo ésta mejore.

En resumen, el gobierno ha consumido un 25% del tiempo total del mandato constitucional sin satisfacer las expectativas mínimas del pueblo, por lo tanto el reloj de la historia marca la hora de la revisión de los programas de desarrollo vigentes y adoptar, lo antes posible, un plan nacional de desarrollo.

Finalmente, la encuesta estudiada tiene originalidad, actualidad y seriedad.

Atentamente,
Jaime Yépez