CARTAS AL DIRECTOR
Piden lámparas

CARTAS AL DIRECTOR <BR>Piden lámparas

Señor director:
Por más de tres años los residentes de Los Alcarrizos y Pedro Brand hemos estado pidiendo la reposición de las lámparas que iluminaban la autopista Duarte y que fueron quitadas, supuestamente para repararlas, pero hasta el momento no hemos visto ningún trabajo de este tipo.

La petición se ha convertido para nosotros en un clamor a las autoridades y sobre todo, una necesidad, pues los casos que se han visto en los últimos días han llenado esos predios de angustia y preocupación, ya que tres personas fueron atropelladas cruzando la importante vía al instante murieron, sin embargo los responsables de estos accidentes se dieron a la fuga.

Debido a esta tenebrosa oscuridad, la ausencia de puentes peatonales, y el descuido de conductores de vehículo de motor, que transitan sin luces por todas partes y si los peatones no se percatan del ruido de estos serían atropellados.

Esperamos, que a través de este medio, la presente gestión gubernamental escuche nuestra solicitud, porque entendemos que lo que pedimos no es un lujo, es una necesidad, tanto para los que vivimos en la zona como para los transeúntes que a diario se desplazan por la vía.

No queremos ver más víctimas, demandamos seguridad, las lámparas en la autopista no es para embellecer el área, es para cuidar el ciudadano. Quiera Dios que las autoridades escuchen nuestra voz y que no sea un grito en el desierto.

Atentamente,

Yaniris Peña

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Agripino

 

Señor director:

La Navidad es un tiempo especial que dedica la Iglesia al Misterio de la Encarnación.

Nuevamente nos disponemos a celebrar con alegría la Buena Nueva, el gran acontecimiento del nacimiento de Jesús. Esta fecha es propicia para renovar en nosotros la fe en Jesucristo como Salvador.

En el mensaje cristiano de la Navidad encontramos la fuerza para enfrentar los grandes retos que nos presenta la sociedad globalizada de hoy y que nos exige respuestas creativas y solidarias, sin olvidar que el accionar del ser humano de nada vale si no va acompañado de la nobleza del corazón.

Es preciso renovar las reservas morales para construir con amor y sabiduría la sociedad que queremos y necesitamos, tomando a Cristo como piedra angular. Hoy más que nunca, estamos convencidos de que el mundo necesita de la convivencia pacífica, de la mutua colaboración y solidaridad entre los seres humanos.

En este tiempo especial pedimos al Señor que bendiga e ilumine a los miembros de nuestra Comunidad Universitaria y a sus relacionados, y de manera especial a la juventud generosa y prometedora representada por nuestros estudiantes en quienes reposa la responsabilidad de construir un mejor futuro para nuestra nación.

Asimismo, junto a María, pidamos a Dios que aumente la fé y confianza en nuestras capacidades para el logro de una sociedad más humana, más justa y más solidaria, en la que prevalezcan el amor y los principios éticos y morales.

Que la estrella de Belén nos guíe para vivir con fe y renovada esperanza este nuevo año.

Atentamente,

Mons. Agripino Núñez Collado
Rector de la Pontificia Universidad
Católica Madre y Maestra

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