Señor director:
Por considerarlo de interés, principalmente para la comunidad llanera, acudimos a su proverbial auxilio para hacer llegar a las instancias correspondientes nuestra preocupación por el cumplimiento de las pautas del ciudadano presidente de la República al dejar posesionada en San Pedro de Macorís una agrupación que habrá de velar por la ejecución de las obras prioritarias de la provincia, no solo de la ciudad cabecera provincial.

No conocemos quiénes componen la agrupación pero esperamos que estén representados en ella los cinco municipios de la provincia, a saber, Los Llanos, Ramón Santana, Quisqueya, Consuelo y la cabecera San Pedro de Macorís.

De no ser así, mucho nos tememos que, como ha ocurrido en el pasado, las autoridades provinciales, todas del municipio cabecera, no se ocupen de los demás municipios.

Por las obras anunciadas en el acto a que nos referimos, nuestras aprensiones se justifican ya que solo se mencionó la carretera Los Llanos-Quisqueya, cuando es harto conocido el desastroso estado en que está la carretera Los Llanos-El Puerto y la terminación del sistema de alcantarillado sanitario en el barrio para parceleros del proyecto agrario, convertido en manantial de aguas negras cuando ocurren aguaceros como los de la temporada actual.

Asimismo es urgente la construcción del sistema de alcantarillado sanitario en la población para dejar atrás el antihigiénico sistema de letrinas, símbolo de subdesarrollo y por demás contaminante de todo el sistema ecológico. Los parceleros productores de frutos menores no pueden sacar los mismos al mercado porque no tienen caminos de penetración; algunos han preferido abandonar sus predios.

Estas son solo las necesidades 1-A, urgentes, en S.O.S., porque al no tener ningún llanero que forme parte del entorno del ciudadano presidente de la República, ni en este ni en ninguno de los gobiernos anteriores, hemos permanecido en total estado de abandono, y es tiempo de que esta situación cese ya.

Muy atentamente,
F.A. Vásquez, hijo

—–

El tránsito en Santo Domingo

Señor director:
El tránsito en Santo Domingo hace tiempo que resulta caótico y las soluciones que se han aplicado parecen haberlo empeorado; tal es el caso de la conversión en una vía de la mayoría de las calles secundarias de la ciudad sólo con la intención de satisfacer sugerencias que en el fondo procuraban poder seguir usando las calles como parqueo de comercios y viviendas ubicadas a lo largo de ellas, invocando un derecho que se contrapone al derecho universal de la libre circulación, porque la función básica de una calle es precisamente esa.

Esta práctica ha logrado lanzar hacia las arterias principales un movimiento vehicular que no necesitaba usar esas vías para resolver su caso. Esto aumenta la densidad de tránsito de dichas arterias lo que trae como consecuencia tapones innecesarios. La solución que proponemos va en la dirección de eliminar la mayoría de esas señalizaciones partiendo de las siguientes características:

a) Las calles cuyo ancho total contén a contén no supere los 4.5 metros será considerada como calle de una vía.

b) Las calles cuyo ancho total de contén a contén este entre 4.5 metros y 7.5 metros, se considerarán calles de doble vía, en las que se prohíbe el parqueo de vehículos de 6 am a 6pm de lunes a sábado.

c) Las calles cuyo ancho medido, como ya hemos indicado, superen los 7.5 metros de ancho serán consideradas calle doble vía y se permitirá el parqueo en un solo lateral de dicha vía, estableciendo la alternabilidad del lateral a usar con esos fines.

Otra medida que debe ser tomada en cuenta es la de escalonar los horarios de las diferentes actividades diarias, por ejemplo las oficias públicas y las escuelas podrían inicar sus actividades a las 7:30 A.M., y el comercio las suyas a las 8:30 A.M.; esto permitirá una disminución de la densidad de tránsito en todas las calles de la ciudad reduciendo los tapones en las llamadas horas pico.

Estas sugerencias cobran gran actualidad en razón del alza continuada de los combustibles y de que un tránsito más fluido se traduce en economía del referido combustible.

Atentamente,
Ing. José Gabriel Aponte Espinal