CARTAS AL DIRECTOR
Relaciones diplomáticas de China

CARTAS AL DIRECTOR <BR>Relaciones diplomáticas de China

Señor director:
Li Zhaoxin, actual canciller de la RPCh y hasta hace poco embajador en los Estados Unidos, ha mostrado interés por los vínculos de su país con la República Dominicana. Hablando para la revista Temas hace nueve años destacó la importancia política, económica y geográfica de esta nación. Dijo que China siente una gran simpatía y respeto por el pueblo dominicano, «lo cual incluye sus causas y objetivos políticos y económicos». Li es un gran conocedor de los asuntos latinoamericanos, así como un diestro diplomático que tuvo a su cargo el manejo de los asuntos de Hong Kong, previo a su reunificación mediante el novedoso sistema llamado «un Estado y dos sistemas».

Dominica estableció a finales del año pasado relaciones diplomáticas con China. Es la embajada que más recientemente fija su domicilio en Beijín luego de dejar a Taipei. Taiwán alega que dejó a Dominica argumentando que rechaza la diplomacia del dinero. (¿No son estas declaraciones un poco tardías e inoportunas?) China rechaza, por su parte, el argumento de Taiwán por ser completamente infundado. «China y Dominica son igualmente países en vías de desarrollo. El gobierno chino atribuye importancia a su cooperación amistosa, política, económica, cultural, cultura y educativa sobre la base de respeto mutuo e igualdad y beneficios recíprocos».

De igual modo, la RPCh y la República de Nauru establecieron relaciones diplomáticas el 21 de julio del 2002. Nauru es una pequeña isla en el Pacífico, con 24 kilómetros cuadrados y una población de 9,393 habitantes. Posee el más rico depósito de fosfato, lo que proporciona elevados ingresos a sus pobladores: 13,490 dólares per cápita.

Fundada el primero de octubre de 1949, la RPCh cerró ese año con escasas relaciones diplomáticas. Sólo se adhirieron a ella Rusia, Bulgaria, Rumania, Hungría, Polonia, Albania, Corea y Mongolia. Unas de las órbita soviética y otras, vecinas. El entusiasmo de los 500,000 chinos que se volcaron sobre la Plaza de Tian»»anmen para celebrar el Gran Acto en el que Mao Zedong hizo la proclamación oficial, atrajo la atención de todo el mundo pero no, precisamente, la simpatía. No fue hasta el 1970, 30 años después, que Estados Unidos se le sumó, rompiendo al mismo tiempo con Taiwán.

Con las transformaciones sociales, entre 1950 y 1953, amplio su círculo registrando en sus nuevos relacionados a Viet Nam, India, Indonesia, Suecia, Dinamarca, Birmania, Suiza, Liechestein, Finlandia y Pakistán. En un segundo período de tres años que culminó en el 56, se constituyó la posición dirigente de la propiedad pública de los medios de producción en la economía, pasando así de una nueva democracia al socialismo. En ese lapso se incorporaron Noruega, Yugoslavia, Afganistán, nepal, Egipto, Siria y yemen. El primer ministro Zhou Enlai enumeró, entonces, los cinco principios sobre los cuales se basa la política exterior china.

Los diez años siguientes, entre 1957 y 1966, se llevó a cabo el socialismo a gran escala. Serias fallas económicas amenazaron con opacar los grandes logros en el campo político. Sin embargo, estos contratiempos no fueron obstáculos para que 23 estados se sumaran al aún reducido cuerpo diplomático acreditado en Beijín. Se trata de Francia, Israel, Sri Lanka, Kampuchea, Irak, Marrueco, Argelia, Sudán, Guinea, Ghana, Cuba, Malí, Somalia, Zaire, Laos, Ubanda, Kenya, Burundi, Tunisia, Congo, Tanzania, Zambia, Benin y Mauritania.

La Revolución Cultural, entre mayo 1966 y octubre de 1976, sumió a la RPCh en las más graves crisis desde su fundación. Este proceso terminó con la salida del grupo encabezado por Jian Qing. A pesar de todo, en 1990 la lista fue ampliada hasta llegar a más de tres cuartas partes de los países que hoy componen las Naciones Unidas, incluyendo a Estados Unidos en 1979. A saber. Canadá, Italia, Alemania, Argentina, Chile, Kuwait, Irán, Perú, México, Holanda, Japón, Brasil, Irlanda, Colombia, Uruguay, Palestina, Arabia Saudita, Reino Unido, Australia, Venezuela, España, Portugal, Ecuador, Jamaica, Bolivia, Austria, Luxemburgo, Guinea Ecuatoria, San Marino, Sierra Leona, Ruanda, Chipre, Guyana, Maldivias, Chad, Nueva Zelanda, Gabón, Trinidad y Tobago, Filipinas, Tailandia, Bangla Desh, Samoa Occidental, Cabo Verde, Seychelles, Liberia, Barbados, Libia, Yibuti, Kiribati, Antigua y Barbados, Costa de Marfil, Emiratos Arabes e Islas Marshall. También dicidieron establecer lazos con China antes de finalizar los 80s Etiopía, Nigeria, Camerún, Turquía, Bélgica, Líbano, Islandia, Malta, Muricio, Grecia, Togo, Madagascar, Malasia, Botswana, Mozambique, Fiji, Comores, Surinam, Nueva Guinea, Jordania, Omán, Zimbawe, Vanuatu, Angora, Lesotho, Qatar, Bahrein, Namibia, Singapur.

Desde el 1978 la RPCh comenzó a aplicar una nueva política de reformas, corrigiendo los errores de la izquierda. El Partido Comunista Chino (PCCh) decidió en la III Plenaria de su XI Comité Central trasladar el punto de gravedad del trabajo a la modernización socialista con la economía como punto focal. Desde entonces, mantiene un crecimiento promedio de más de un 10 por ciento anual. El éxito económico ha contribuido a consolidar y ampliar las relaciones diplomáticas hasta alcanzar el 90 por ciento de las naciones del mundo integradas a la ONU. Completan la extensa lista al año 2000, Sudáfrica, Estonia, Lituania, Uzbekistán, Ukrania, Bielorrusia, Moldava, Armenia, Croacia, República de Corea, Eslovaquia, Macedonia, Bosnia Herzegovina, Santa Lucia y Nigeria.

Los países que por el momento no tienen embajadores en la RPCh son la República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Haití, Panamá, Paraguay, El Salvador, El Vaticano, Belice, Malawi, Granada, Liberia, Senegal, St. Kitts y Nevis, Naurú, Salomón, Tonga y Tuvalu.

Atentamente,

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