Señor director:
He escuchado por algunos medios de comunicación críticas interesadas e injustificadas contra el actual jefe de la Policía Nacional quien está haciendo un esfuerzo extraordinario por acabar con la delincuencia que azota nuestro país y en cierta medida lo está logrando a paso lento, pero muy seguro. Esto se ha podido comprobar en el apresamiento casi inmediato de los autores de los hechos delictivos en más de un 90 por ciento de los casos. También la Policía ha mejorado internamente pues cuando un ciudadano va a poner una querella a un cuartel policial el escribiente no le exige dinero y cuando apresa a los delincuentes con objetos sustraídos se los devuelven a sus legítimos propietarios.

Consideramos que en la Policía Nacional se mueven grandes intereses de sectores muy poderosos externos a la institución que están muy interesados en hacerle daño al actual jefe policial y han desatado una dañina e interesada campaña propagandística contra el general Pérez Sánchez pidiendo su destitución de la jefatura policial, simplemente porque es un hombre honesto que no acepta el soborno y la extorsión en la institución policial.

Esas personas desean echar a un lado la gran labor de adecentamiento y moralidad que está llevando a cabo la nueva jefatura de la Policía y el señor Presidente no debe acceder a esa propaganda malsana.

Es muy penoso y lamentable que el Departamento de Relaciones Públicas de la Policía no haya sabido enfrentar con firmeza esa maligna campaña de personas que siempre han estado al servicio de los más oscuros intereses de la patria.

Conozco al General Manuel de Jesús Pérez Sánchez desde que era un oficial de baja graduación (teniente), también conozco a su esposa, Berenice Martínez que al igual que él es una gran educadora y por algún tiempo tuve el honor de trabajar adjunto de ella en una institución educativa y todas las veces que pude compartir con ellos en su hogar pude comprobar que son personas muy sencillas y sobretodo con una honestidad extraordinaria. Recuerdo que teniendo el grado de coronel y ocupando un puesto importante en la jefatura de la Policía él vivía modestamente adjunto de su familia en dos habitaciones alquilada de una casa en la Av. 27 de Febrero de la capital y todo por negarse aceptar el oro corruptor en sus manos.

La última vez que conversé con el general Pérez Sánchez me informó que tenía como meta prevenir el delito antes que tener que reprimirlo y en esto estoy muy de acuerdo con él porque es la mejor forma de combatir la delincuencia.

Por todo lo anterior consideramos que todos debemos respaldar las iniciativas de adecentar la Policía que tiene el general, Manuel de Jesús Pérez Sánchez y que tenemos que darle un tiempo prudente porque los grandes cambios, nunca ocurren de la noche a la mañana.

Atentamente,