CARTAS AL DIRECTOR
Transparencia y eficiencia

CARTAS AL DIRECTOR <BR>Transparencia y eficiencia

Señor director:
El término transparencia puede ser analizad de distinta maneras. Aquí lo comprendemos como un mecanismo de garantía para el buen manejo de la cosa pública de un gobierno.

Quien le dio notoriedad a este término fue el entonces líder soviético Mijail Gorvachov, en los años ochenta, al reconocerle a los ciudadanos soviéticos el derecho de conocer cómo se manejan las cosas en el Estado. Lo denominó «glasnot», que significa transparencia o publicidad.

Según el diccionario enciclopédico «El Pequeño Larousse» trasparencia queda definido como «la perfecta accesibilidad de la información en áreas que competen a la opinión pública».

Pero que es la transparencia para los fines de nuestra sociedad. A mi entender es la necesidad de que todos los procedimientos del Estado sean limpios, honestos y conocidos por todos de manera que asegure el buen manejo de los recursos del Estado y que estos puedan ser verificados por todo ciudadano.

La publicidad de los actos de gobierno fue implementada en los Estados Unidos de Norteamérica desde su declaración de independencia de la corona británica, mérito éste que obliga a sus gobernantes a prestar toda la información de su gestión a sus conciudadanos, exceptuando aquellas que interfieren con la seguridad nacional.

¿Qué importancia tiene la transparencia en un Estado moderno? Pues sencillamente dicho principio está consagrado en las normas que regulan la gestión pública, aunque, lamentablemente, en nuestra sociedad ésta tiene muy poca vigencia todavía. A nadie le gustaría que le digan lo que está haciendo mal, o lo que hacen mal sus subordinados, ya que a la larga el alto funcionario es el responsable.

La falta de transparencia en la gestión pública permite ocultar a la comunidad la ineficiencia de las operaciones efectuadas por nuestros gobernantes.

Los tiempos modernos nos han llevado a dinamizar y darle un carácter universal a la información, la que nos otorga el saber, que a su vez nos da la capacidad de juzgar a nuestras autoridades mediante la información brindada libremente a la sociedad. Nuestra joven democracia debe dar un paso de avance y tomar el buen ejemplo de sociedades más avanzadas de manera que podamos construir una democracia y una sociedad más fuerte y más progresista.

El 13 de julio fue definitivamente aprobada por nuestro congreso la ley general de libre acceso a la información pública la cual constituye un primer paso de avance por parte de nuestra sociedad a las exigencias que demanda un Estado moderno, que está dispuesto a desarrollar y fortalecer la democracia representativa permitiendo a los ciudadanos analizar, juzgar y evaluar los actos de sus representantes, estimulando la transparencia en los actos del gobierno. Esperemos pues que esta no sea una ley muerta y que realmente no se salten los plazos para hacer efectiva su ejecución.

Es tiempo de que en la República Dominicana, el tema de la transparencia se ponga en agenda y que nuestra clase política siga impulsando medidas como la ley ya mencionada que permita asegurar un futuro promisorio a presentes y futuras generaciones.

Atentamente,

 

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