Hoy 
Señor Director:
Considero trascendente la decisión de la nueva jerarquía militar incluir entre sus prioridades inmediatas, el reforzamiento de la vigilancia en nuestras zonas fronterizas y marítimas, para contrarrestar el contrabando de mercancías y el tráfico de personas desde Haití y Puerto Rico.
Otra medida oportuna e importante es la adoptada por la Jefatura Policial, integrar contingentes al patrullaje callejero en la capital, la provincia Santo Domingo y otras zonas del país, en procura de reducir al máximo la delincuencia y la criminalidad.
Se trata de un conjunto de medidas que la cúpula militar y policial ha diseñado con miras al fortalecimiento del régimen de libertades públicas y la convivencia civilizada que anhelamos los hombres y mujeres respetuosas de las leyes.
El titular de nuestras Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez y el Estado Mayor de esas instituciones, ha designado para la coordinación de los controles en la frontera, a uno de militares más preparado y experto para esos fines, el mayor general Rafael Ramírez Ferreiras, director de Inteligencia J-2, quien visitó las guarniciones acantonadas en nuestra línea divisoria con Haití, para impartir directamente las nuevas instrucciones, en coordinación con la Jefatura de Estado Mayor del Ejército Nacional.
Las autoridades esperan contrarrestar al máximo el contrabando de comestibles, armas de fuego, drogas narcóticas y de haitianos y otros extranjeros indocumentados.
De su lado, la nueva Jefatura de la Marina de Guerra, representada por el vicealmirante César Augusto de Windt Ruíz, dispuso el fortalecimiento de la vigilancia en nuestras costas, a cargo de guardacostas, lanchas rápidas y personal debidamente entrenados, para tratar de reducir los viajes en yolas de personas a Puerto Rico, y de esa manera evitar continúen perdiéndose vidas .Al frente de esos operativos está la División de Inteligencia Naval (M-2), que últimamente ha frustrado varios viajes, decomisados embarcaciones, apresados y sometido a la justicia a varios responsables de esas operaciones ilegales.
El apresamiento y traducción al Consejo de Guerra de tres oficiales e igual número de alistados que fueron vinculados al viaje de 79 personas, 33 de las cuales fueron rescatadas y las demás están desaparecidas, el cual había sarpado de una playa de la provincia María Trinidad Sánchez, el 30 de julio pasado, es demostración de la drasticidad con la que la nueva Jefatura se propone perseguir y sancionar esa actividad ilícita, lo que como ciudadano preocupado con la situación, saludo.
Como ciudadano consciente de la importancia que esas y demás acciones adoptadas por nuestras autoridades militares, respaldo toda iniciativa encaminada a contrarrestar la delincuencia y criminalidad en la República Dominicana, y considero debo ser imitado por todo aquel interesado en un mejor porvenir para la patria que soñaron los principales forjadores de nuestra nacionalidad.
Atentamente,
