CARTAS AL DIRECTOR

CARTAS AL DIRECTOR

Democracia se consolida
Señor director:
Como hecho histórico, la democracia tiene su origen en el siglo quinto (V) antes de Cristo, con esta expresión se designó la forma de organización política que adoptara el Estado de Atenas; dicho sistema político se puso en ejecución después de un largo proceso de reformas, sacrificios y sangre.

Etimológicamente, la palabra democracia se compone de dos palabras griegas: Demos, que significa pueblo, población y gente, kratos: significa poder, superioridad y autoridad.

La democracia ha costado mucho sacrificio, sangre, y desasosiego a toda la sociedad dominicana. Con el ajusticiamiento del tirano Rafael Leonidas Trujillo, se produjo el génesis de una nueva era en la conquista de la democracia. Los dominicanos han ido dando señales claras de que desean vivir en una democracia plena, donde se respire aire que garantice el respeto de elegir y ser elegidos, donde se permita el pluralismo político e ideológico, donde los derechos fundamentales del hombre se respeten, y asimismo, el grado de veneración a la carta fundamental.

Acontecimiento electorales como los suscitados en los años 1963, 1966, 1978, 1982, 1986, y siguientes, aunque cuestionados algunos, dan ha entender que verdaderamente el pueblo decide quien le gobernará, por igual lo hizo en las elecciones más recientes, el 16 de mayo del año que transcurre, es decir, nuestro pueblo está dando ejemplos transcurre, es decir, nuestro pueblo está dando ejemplos meritorios en procura de fortalecer el sistema democrático.

Nunca antes en nuestra historia democrática se había utilizado tanto el chantaje, la compra de conciencia, la extorsión, como en las elecciones recién pasadas, este juego de la compra-venta de conciencia fue doblegado valientemente por aquellos dos millones de dominicanos que sufragaron por un cambio de actitud, por un cambio en la economía y por un cambio en la administración pública; cambios, que podrán lograrse no por la decisión de un hombre sino con la colaboración, el desprendimiento y entereza de todos los sectores que interactúan en lo socio político, económico y laboral de la República Dominicana.

La decisión del pueblo ha sido fuertemente torpedeada de formas diversas y por ende, nuestra incipiente democracia. La realidad de hoy, es que nuestro pueblo desamparado está madurando, eligiendo con libertad a los hombres y mujeres que entiende pueden llevar con dignidad los destinos de nuestra golpeada patria.

Los dominicanos están haciendo conciencia en provecho de una democracia más sólida e imbatible, ejemplo, que la dirigencia política nacional debe estar atenta para ponerse en consonancia con la voluntad e intención de la colectividad, dicha voluntad e intención va más allá de una simple decisión de cambio de gobernante, estos consisten en un estado de derecho más digno, en una mejor distribución de un estado de derecho más digno, en una mejor distribución de la riqueza, más atención al sector salud, educación, y más fuentes de empleo. Es decir, mayor y mejor calidad de vida.

La humanidad y esencialmente la República Dominicana, reconocen que la democracia es el sistema político por excelencia que le permite a toda sociedad lograr los objetivos a los que aspira, por lo tanto, dichas aspiraciones no pueden ser frustradas, deben reflexionar para seguir consolidando nuestra democracia, una democracia que dignifique la persona humana, gozando de libertad y de la facultad de decidir y elegir a sus dirigentes sin dificultad.

En conclusión, «la voz del pueblo es la voz de Dios», reaccionemos ante esta realidad.

Atentamente,

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