Señor director:
El fenómeno de la criminalidad se manifiesta con hechos de violencia aborrecidos y castigados por la sociedad mediante lineamientos morales y jurídicos (valores éticos y morales, leyes penales y sociales, etc.). En la República Dominicana se han desatado, en los últimos días, hechos de tal naturaleza, como son: estupro o violación sexual, robos, muertes, asaltos y atracos, secuestros, enfrentamientos entre pandillas y agentes de la informada, violencia familiar e intrafamiliar, violencia contra la mujer dominicana, estafa, fraudes, abusos de confianza, delitos contra la cosa publica, abuso de poder y otros mas que no caben mencionar, hechos estos que han dado al traste con la buena imagen, la paz social, y la seguridad ciudadana que caracterizaba nuestro país, aún en estos tiempos difíciles y de guerra que vive el mundo. Debido a esto muchas personalidades y líderes políticos, han tenido que hacerse la siguiente pregunta ¿Qué esta pasando en la República Dominicana?

 Pues bien, para algunos cabe señalarse entre los factores que han incidido en estos últimos hechos de violencia y criminalidad, la situación económica y social en que se encuentra sumida la República en los momentos actuales: el auge del consumo y distribución de drogas en la República Dominicana; el desempleo, la marginalidad, la pobreza, la complicidad entre los agentes del orden y los delincuentes y por último el brote de porte y tenencia de armas de la sociedad civil de manera indiscriminada; otros en cambio entienden que el problema se debe a nexos políticos. Esta última se recoge de una declaración ofrecida por Monseñor Agripino Núñez Collado, Rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, a este diario en fecha 17 del mes de Septiembre del 2004, pues en su declaración este afirma que no descartaba que exista un componente político en la situación de violencia y falta de seguridad ciudadana que ha estado afectando al país en los últimos días. Sin embargo, manifestó en su declaración, con actitud de retractación, que no hay una sola causa que se pueda citar como único responsable de la situación ya que se trata de un problema complejo ocasionado por muchos problemas.

 Ahora bien, sin dejar de lado lo antes dicho, existen criterios científicos que nos podrían ayudar a entender lo que hoy perjudica y adversa a la sociedad dominicana. Entre estos criterios encontramos el teológico, el económico, el social y el psicológico, los cuales podríamos reducir a dos factores dejando de lado el teológico: el factor interno o endógeno; y el factor externo o exógeno. El factor teológico parte de que todo lo que hoy en día nos adversa, resulta de la trasgresión a la ley divina o diez mandamientos. En efecto, Elena de White, en su obra: «Conflicto Cósmico», afirma que «la doctrina de que los hombres no están obligados a obedecer los mandamientos de Dios ha debilitado ya el sentimiento de la responsabilidad moral y ha abierto anchas las compuertas para que la iniquidad abniegue el mundo. La licencia, la disipación y la corrupción nos invaden como ala abrumadora, dice». Por otra parte, los factores endógenos y exógenos, fueron elucidados por la escuela científica-positivista Italiana, la que al exponer sus doctrinas parte del principio de que toda acción humana es el efecto de causas internas o externas que obran sobre nosotros, y contra las cuales el individuo reacciona de una manera diferente, según se carácter particular. Tal acción no es por tanto producto de una voluntad libre (Vidal et Magnol, citados por Leoncio Ramos, en su obra «Notas de Derecho Penal Dominicano», Pág. 36).

 Definitivamente se hace necesario enfrentar con valentía y firmeza la ola de crímenes y delitos que sacude la sociedad dominicana. El gobierno central debe avocarse en poner en ejecución planes que ayuden aliviar los índices de pobreza, de marginalidad, exclusión social, de hambruna, de discriminación, de oportunidad, etc. Además entiendo que se deben buscar mecanismos que ayuden a los jóvenes a integrarse en el esfuerzo conjunto de desarrollo personal y social, pues es bien conocido que en nuestro país los jóvenes y agentes potenciales al trabajo han sido excluidos e ignorados de la agenda nacional, causa de esto es lo que hoy padecemos. Apoyamos la actitud que ha tomada el Presidente Fernández de decretar «cero tolerancia a la delincuencia en la República Dominicana», esto por que el Presidente sabe que de dejarnos jamaquear por la delincuencia significaría un duro golpe a lo que fue su principal eslogan de campaña «el Progreso Económico y Social en la República Dominicana».

Atentamente,
Mayobanex Soler Méndez