Señor director:
Estoy de acuerdo con el proceso de desarme contemplado por las autoridades militares y policiales, como parte del conjunto de medidas encaminadas a contrarrestar el auge de la delincuencia y la criminalidad.
También comparto, que a los aspirantes a obtener permisos para porte y tenencia de armas de fuego, sean previamente sometido a rigurosa evaluación médico psicológico, a cargo de especialistas en la conducta.
Es alarmante la gran cantidad de armas de fuego en manos de ciudadanos que las portan de manera ilegal, mientras otros que las han adquirido por vías irregulares, que deben ser decomisado por las autoridades, medida que de seguro será respaldada por los sectores sensatos de la sociedad dominicana.
Se puede colegir, además, que muchos sujetos valiéndose de influencias oficiales lograron obtener armas amparados en los famosos formularios 25, sin pertenecer a las filas militares y policiales, para los cuales está destinado ese tipo de permiso.
La cúpula militar y policial ha iniciado un proceso de depuración de esos casos, para tomar las medidas legales correspondientes, lo que considero correcto.
Ahora bien, como ha ocurrido en distintas administraciones gubernamentales, los secretarios de las Fuerzas Armadas y el jefe de la Policía Nacional, en situaciones especiales , han provistos de armas a ciudadanos que por la naturaleza de su profesión, lo han requerido, lo que entiendo se justifica.
El titular de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, ha aclarado sobre los permisos oficiales otorgados a militares y asimilados, de que se trata de una prerrogativa de quienes ocupan esa posición,mientras informa que se está depurando todos los expedientes sobre asignación de armas o permisos, lo que concluiría en cuestión de días, lo que considero atinado y oportuno.
Atentamente,
Leoncio Bautista