CARTAS AL DIRECTOR
El profesional

CARTAS AL DIRECTOR<BR>El profesional

Señor director:
El profesional es el elemento académicamente preparado en un área especifica del saber humano, por tanto lleva consigo el compromiso frente a la mayoría de sus conciudadanos de dar un servicio abundante y con calidad.

Esto, realizados con ética, humildad y desprendimiento, para eso el pueblo le paga sus honorarios más caro a otra persona común y el estado les fija en puestos y posiciones garantizándoles así seguridad y bienestar.

Sin embargo, en los últimos años en República Dominicana los profesionales de todas las ramas, salvo, algunas excepciones no están cumpliendo con sus deberes sociales.

Comencemos poniendo el ejemplo de los Hospitales públicos y observar con detenimiento, el estado deplorable en que se encuentran los enfermos en éstos recintos de salud, sin negar la enorme falta de recursos, siempre existentes en nuestros centros hospitalarios, no menos cierto es la inercia, la falta de voluntad y la falta de cumplimiento de enfermeras y médicos, que se valen de esas carencias para no trabajar a favor de la gente que piden a gritos que se les atienda con dignidad y decoro.

Los ingenieros, sobrevaluando obras, por millones de pesos, en perjuicio del Estado Nacional que es lo mismo que en desmedro del pueblo; construyendo obras de mala calidad para ahorrar materiales, y otras malicioserias más, que no hay tiempo para describir aquí.

El abogado, que se ha apartado de los principios fundamentales de el Derecho, que es filosofar a favor de lo justo y legal; al contrario quieren vivir de lo Jau ja, de lo fácil, haciendo transacciones y concepciones, con Policías, Fiscales y Jueces, venales, para así lograr las ventajas que derivan del tráfico de influencias, la impunidad y la corrupción.

El oficial de Policía, que ha perdido el sentido del servicio y la seguridad ciudadana a cambio le sirven a las personas particulares y a mafias malditas que casi siempre terminan cometiendo los crímenes más horrendos contra personas sanas de la sociedad.

El periodista que se olvida de su papel fundamental, consistente en informar de manera diáfana, transparente y sin tapujos, todo lo bueno y lo malo que se produce en la sociedad y orientar a las personas día a día de lo positivo y negativo de cada acción de la vida diaria, al contrario muchos comunicadores viven alienando a la gente con falsas informaciones fabricadas a favor de intereses que le son afines en términos políticos o dependiendo de un patrón que le remunere, haciendo de los medios un instrumento de confusión y perturbación, en vez de el instrumento ideal para el fortalecimiento de la democracia política y el desarrollo económico y social con equidad que todos anhelamos.

El contador, que lleva dos libros contable, uno real para el patrón y otro falso para el Estado, con el fin de evadir impuestos sin darse cuenta que con esa practica lesiona los intereses no solo de la presente y futura generación sino también a sus hijos y sus nietos.

El político, que desde sus instituciones no promueve la participación amplia y democrática de sus militantes ayudándoles a formarse filosóficamente y políticamente, para que desde las posiciones que ocupe en el Estado sea un Servidor Público decente, eficiente, y ético, tal y como lo rezan las leyes y como tantas veces lo repitiera el profesor Juan Bosch ese ilustre Ciudadano de América y el mundo, en cambio el político de hoy en su mayoría trabaja para grupos específicos que le sean afines a sus intereses personales, excluyendo a todo aquel que no rece su oración, aunque tenga todo el talento del mundo: con esa practica han ido convirtiendo a los partidos en verdaderas vorágines, en ves de expresiones de fuerzas sociales, capaces de instrumentar ideas claras y precisas que den luces al sendero por donde debemos transitar así un país, prospero, solidario y justo para todos.

No podemos seguir haciendo mención de todas las demás ramas profesionales porque el espacio no sería suficiente pero queremos sintetizar que este es un fenómeno general.

Nota:

No deben sentirse aludido todos aquellos profesionales que han cumplido y cumplen con sus deberes, para ellos felicitaciones porque tarde o temprano servirán de ejemplo y guía para la construcción del país que queremos y necesitamos todos.

Atentamente,

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