Hoy 
Señor director:
En referencia al editorial publicado el sábado 18 de octubre, titulado: El lado oscuro de la luz, quisiéramos compartir con usted algunos pareceres.
En especial, y debido a que nos concierne directamente, nos queremos referir a la duda expresada en cuanto a que los rectores del sector, entiéndase la Superintendencia de Electricidad, no procederán a exigir que «cese el cobro de la energía no servida durante las horas de apagones…». Sobre este particular queremos expresar, que al igual que usted, entendemos que tal proceder, en caso de no formar parte de normales errores de facturación, riñe las más elementales normas comerciales y conductuales, y viola el Artículo 460 del Reglamento de aplicación de la Ley General de Electricidad, que establece que las distribuidoras están obligadas a emitir las facturas en base a la lectura de los equipos de medición. En tal sentido, estimamos injustificable, que ante un demostrable período de interrupciones, las distribuidoras facturen mayores consumos.
Por tal motivo, y ante numerosas quejas recibidas, estamos procediendo a establecer procedimientos administrativos, para reglamentar y restringir la práctica de promediar los consumos, que es a nuestro entender la causa fundamental de estas justificables quejas.
Por otro lado, usted planea un problema capital de la industria eléctrica nacional: el problema del pago. Es indiscutible que una gran cantidad de dominicanos no paga su consumo de electricidad. Esto provoca que las empresas distribuidoras no dispongan de recursos suficientes para pagar la energía suministrada por las generadoras. Por eso, a los que pagamos, se nos «prorratea» en la tarifa, como bien señala usted, la energía consumida, gratuita o fraudulentamente, y aún así el sistema mantiene un déficit crónica y estructural de unos 25 millones de dólares mensuales.
En ese sentido, y en el profundo convencimiento de que sin la participación responsable y comprometida de toda la sociedad no será posible romper el círculo vicioso de los apagones financieros: no hay energía porque no hay dinero, y no hay dinero porque no se cobra la energía, solicito muy encarecidamente, la mayor colaboración de ese prestigioso matutino, para que juntos despleguemos una Campaña de Concientización a los fines de motivar el cumplimiento de esta importante responsabilidad ciudadana.
La energía más cara es la que no se dispone. Si no se paga no habrá electricidad. Declarémosle, en consecuencia, una guerra sin cuartel al hurto y al fraude de la electricidad, mientras exigimos nuestros derechos para que las distribuidoras realicen una gestión comercial eficiente y responsable.
Atentamente,
Francisco Antonio Méndez
Superintendente Electricidad
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¡Un crimen!
Señor director:
Un pobre militante de un partido político sin doctrina democrática honesta, por más arrastre popular que posea, pierde dichas primarias de un comerciante politiquero, debido a la delincuencia y corrupción implacable.
Sin embargo, cuando la cúpula de un partido político tiene moral y sinceridad, entonces celebra convenciones legales y recomienda a los delegados, votar a favor de los candidatos merecedores. Desgraciadamente esto es muy difícil, motivado a las degeneración y perversidad.
El pedir al gobierno que destine 750 millones de pesos, para celebraciones de primarias, es un crimen, frente a un pobre pueblo que se debate entre el hambre y la miseria.
Atentamente,
