CARTAS AL DIRECTOR
¿Subir o bajar los impuestos?

CARTAS AL DIRECTOR<BR>¿Subir o bajar los impuestos?

Señor director:
Por lo general, cuando el Gobierno de un País desea aumentar su capacidad recaudatoria incrementa los impuestos, otra opción sería la de endeudarse, esta última al parecer no cuenta para el Estado Dominicano debido al alto nivel de endeudamiento que tiene, por lo que al parecer solo le queda la opción de enfrascarse con la subida de los impuestos. No obstante, existen razones que ponen en duda esta afirmación.

La reforma fiscal introducida al Congreso por el equipo técnico del Partido de la Liberación Dominicana y consensuada por el más alto nivel de funcionarios del presente Gobierno pretende recaudar en lo que resta del presente año entre RD$20 y 22 mil millones, es decir estamos al frente de una reforma plenamente recaudatoria de ingresos fiscales que no toma en cuenta otros aspectos importantes para un mejor avance de una política fiscal que impulse al País hacia mejores senderos, como sería una eficientizar el gasto público, mejorar el cobro de los impuestos. Ahora bien, esos recursos ya fueron gastados en campaña con fines releccionista del presidente Hipólito Mejía, quien no escatimó esfuerzos para tratar de seguir frente al Gobierno.

Dicha reforma se centra fundamentalmente en incrementar el impuesto a las transferencias de bienes industrializados (Itebis) de un 12% a un 16%, es decir un 33%, aumentos de las tasas del impuesto selectivo al consumo de alcohol y otros productos, impuestos de hasta un 25% a los intereses percibidos por las cuentas de ahorro, entre otros. Con estas medidas se pretende cerrar la brecha fiscal generada por el alto nivel de gastos del gobierno, en los primeros seis meses del presente año.

En mi opinión, se parte de una proyección lineal de los ingresos tributarios, de contabilidad fiscal para la estimación de los RD$22 mil millones que no toma cuenta la elasticidad de los ingresos tributarios respecto del Producto Bruto Interno,  indicador que expresa la relación existente entre las variaciones registradas en los ingresos tributarios y en el Producto. En el caso del sistema tributario dominicano, tenemos que investigar si partimos de un sistema elástico o por el contrario inelástico, para poder predecir si se recaudaran la suma antes indicada.

Uno de los principios económicos, establece que los agentes económicos responden a los incentivos de manera que al aumentar el precio de un producto se está incentivando a comprar menos, al mismo tiempo se reduce el ingreso recibido por los productores que se ven incentivados a producir menos, el resultado final es una contracción del mercado que se va reflejar en una caída mayor del Producto. Un aumento de impuestos, produce un descenso de la renta disponible y por lo tanto de la producción por lo que se produce una disminución de la base imponible.

Por el contrario una disminución en el tipo impositivo provoca un aumento de los ingresos, del consumo, de la producción y por ende una mayor recaudación. Este tipo de razonamiento encuentra su apoyo en el conocido economista Arthur B. Laffer «Padre de la Economía de la oferta» quien fuera miembro del equipo de asesores económicos del Presidente Reagan.

Señala, el referido economista que un tipo impositivo excesivamente alto propicia el fraude y la evasión fiscal hacia paraísos fiscales y puede llevar a los trabajadores a sustituir trabajo por ocio, reduciéndose el bienestar colectivo o social. Por eso, se tributa menos y crece menos la economía.

Además, los procesos de inspección para detectar el fraude, suelen ser muy costosos. De ahí que, en los últimos tiempos, muchos sean los países que se plantean reducir impuestos, especialmente los directos ligados a la renta, sobre todo si funcionan los estabilizadores automáticos, lo cual suele suceder en las fases expansivas del ciclo económico.

Entendemos que esta posición debe ponderarse en esta coyuntura económica que se nos presenta, en donde se proyecta una caída del 1% del Producto Bruto Interno, inflación de dos dígitos, una contracción de la demanda interna privada que se traduce en una significativa reducción de la actividad económica, una pérdida del salario real de los trabajadores como consecuencia de la devaluación del peso dominicano. En este contexto, las autoridades recientemente elegidas deben implementar medidas que den un respiro a la población y no someterla a mayores ajustes.

Atentamente,
Lucas Mercedes V.

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