Cartas
Configuración e identidad

Cartas <BR><STRONG>Configuración e identidad</STRONG>

Señor director:
Ya hemos dicho antes que la personalidad de un individuo es algo que busca salir del sufrimiento y de la alineación, y para lograr esto habrá de establecerse, no hay azar en ello. Las potencialidades del niño pequeño tal y como ha sido establecidas por la herencia y por las influencias inciden en él, incluso antes de nacimiento.

Un niño no necesariamente empieza a establecer esa configuración de rasgos y estructuras en los mismos términos que otro. Sus potencialidades, habrán de ser desarrolladas por las experiencias del individuo en la medida en que madura, además de incluir sus capacidades sensoriales y capacidades reaccionales del sistema nervioso.

Es de aquí que tengamos que hablar o citar dos clases de experiencias únicas o individuales no predictibles a partir de los paneles que el proceso de socialización signa al individuo.

Las múltiples influencias de la experiencia y la cultura común peculiares del individuo habrán de unificarse o integrarse antes que la persona tenga una estructura de la personalidad reconocible.

Cabría preguntarse: ¿mediante qué pasos llega la identidad final del adulto? Son bastante importantes las diferentes etapas, las que traen como consecuencia las identificaciones del niño con las personas que le rodean en su medio; madre, padre, hermanos, tíos, vecinos y hasta un profesor favorito; mientras permanezcan esas identificaciones separadas de la personalidad, esos «componentes», no han de conformar su autoconsistencia.

Los procesos mediante los cuales se logra el fin de la identidad son varios, pero todos implican alguna experimentación con papeles diversos. El adolescente busca de manera característica una serie de experiencias subjetivas, examina cierto número de filosofías de vida (religiosa, política), se compromete de manera temporal las áreas ocupacionales, etc. Si todo marcha bien, surge de ahí ese período el adulto preparado para hacer frente a la vida.

La personalidad actual, es naturalmente, producto del desarrollo. Entre el desarrollo interactivo y la personalidad actual se puede comprender un acuerdo con la historia del desarrollo mismo del sujeto, que se evaluaría según sus interacciones, comprende así, como se conduce una persona, aunque existan diversos caminos para perfilarse como la persona que es.

Las diferencias individuales son cubiertas por completo por la personalidad, por lo que es importante recordar que las actitudes mentales forman parte de la personalidad.

La personalidad es un reflejo en gran parte de lo que cada uno le gusta hacer, de lo que se aprecia, de lo que divierte.

Con gran frecuencia caracterizamos a una persona diciendo algo sobre su estilo, educación, expresión, sensibilidad, dudas, capacidad crítica.

Existen muchas rasgos semejantes de la personalidad que nos parecen algo independiente del contenido de lo que se expresa, es decir, los rasgos se mostrarán en conjunto (grupos), sociales, y más adelante, en forma parcial (reuniones profesionales).

Los rasgos estilísticos y expresivos suelen revelarse dentro del proceso interaccional con otras personas.

No debemos olvidar que la personalidad cubre realmente campos amplios, dentro de los que se encuentran las diferencias individuales, resaltándose que las actitudes mentales constituyen un elemento de gran importancia dentro de la configuración e identidad de la personalidad.

Sin que intentemos establece una conclusión, la personalidad es un todo integrado que puede ser contemplado desde diferentes direcciones, en tal sentido, desde una dirección vemos una clase de rasgos o elementos, y desde otra percibimos algo enteramente diferente. Es aquí en donde habrían e iniciarse los aspectos que dan paso a las diferentes teorías que intentan darnos luz sobre tan interesante tema.

Atentamente,

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