Cartas
Del CMD

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Señor director:
Permítanos manifestarle nuestro profundo regocijo por su diáfano enfoque editorial en torno a las inefables modificaciones que se intentan aplicar el Código Penal, al margen de un debate abierto que promueva una disección racional de la temática, mediante el diálogo y la persuasión. Nos socorre la convicción que quienes se oponen a este debate sensato, carecen de argumentaciones lógicas para validar sus criterios. Todo análisis sereno, desapasionado, crea las condiciones para arribar a soluciones prudentes en cualquier tipo de litis. Clasifica como una incoherencia social toda intención de pretender imponer regulaciones lesivas al ejercicio médico para complacer intereses sórdidos.

El Colegio Médico Dominicano siempre ha coadyuvado con los diferentes poderes del Estado en la confección y revisión de las leyes sanitarias en el ejercicio de una tradicional vocación de servicio y atendiendo al ordenamiento legal de nuestra entidad. De ahí que nos resulte suspicaz que desde un primer instante los propiciadores de las modificaciones de marras han procurado excluir de debate a la parte agraviada en este caso, es decir los médicos a través de su representación legal, el Colegio Médico.

No nos anima provocar disturbios ni malquerencias, pero tampoco nos dejaremos avasallar, por eso hemos reaccionado erguidos objetando el intento de coartar el ejercicio médico, porque ese instrumento desaforado, sembraría el desasosiego en el sector salud, que podría evolucionar al colapso sanitario.

Reiteramos nuestro sincero reconocimiento a su línea editorial que de manera cauta aboga por el sano entendimiento, que nos ahorre un insensato enfrentamiento en desmedro de nuestros pacientes, y de toda la sociedad en general.

Atentamente,
Por la Junta Directiva Nacional,
Doctor Enriquillo Matos
Presidente

Doctora Mirtha Santana
Secretaria General

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Soberanía


Señor director:


Recientemente sufrimos las intervenciones en los medios de comunicación de las embajadoras de España y Francia, Almudena Mazarrasa y Cecile Pozo di Borgo, respectivamente, en torno a un supuesto clima de inseguridad para la inversión extranjera en el país, que acompañada de un manto de impunidad ante la corrupción reduce el atractivo comercial de la República Dominicana. Estas posiciones han sido del mismo modo respaldadas por el presidente de la Cámara Americana de Comercio, otrora gerente general de la planta generadora de electricidad Smith & Enron y asesor del Grupo AES Dominicana, señor Kevin Manning, quien una vez más no desaprovechó la oportunidad para exhibir su deseo de portar una cédula de identidad y electoral de la República Dominicana que le permita censurar sin censura los asuntos locales.

A pesar de que las diplomáticas no formularon sus planteamientos por las vías correspondientes, seríamos malos herederos de nuestros legados patrióticos si desde los escenarios que nos lo permitan no solicitamos por lo menos que se tolere nuestra soberanía; sí, tan solo eso, un poco de tolerancia para un pueblo que ha sido hospitalario aún con aquellos que han sido capaces de establecer negocios con nosotros en los cuales entregábamos nuestro oro y a cambio del mismo recibíamos insignificantes espejos; por favor, un poco de tolerancia para hombres y mujeres que a precio de sangre y fuego pidieron permiso a las naciones que ustedes representan para dejar de ser solares de ellas en ultramar; tolerancia, porque por años hemos llevado a cuestas una cruz que no merecemos llevar ya que ustedes representan, que como madres, ambas, se han olvidado de una de sus primeras hijas quizás por no ser tez blanca como ustedes; toleren nuestra soberanía, porque a pesar de sus inexplicables temores, gran parte de nuestro oro, de nuestra energía, de nuestros recursos y aún de nuestra gente, todavía está en las manos de ustedes.

Cómo hablar de inseguridad para la inversión extranjera en un país que teniendo los altos niveles de deuda social acumulada que posee es capaz de pagar, señor Manning, un cargo por capacidad instalada a dos generadoras, por un monto que supera los siete millones de dólares (US$7,000,000) mensualmente aún estén apagadas, simplemente porque un moribundo contrato así lo establezca.

No queridos visitantes, sus planteamientos hieren sensiblemente nuestra soberanía y nuestro compromiso histórico con la misma, por lo que les pedimos una vez más:

¡Toleren nuestra soberanía!

Atentamente,
Ingeniero Carlos Peña
Diputado al Congreso Nacional

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