Señor director:
Con mucha pena he visto en los últimos días muchos artículos de periódicos y noticias en la televisión sobre la muerte de un joven que acudió a la clínica Independencia en busca de asistencia médica. No me corresponde a mi emitir juicios sobre un acontecimiento que no he investigado. Debe ser el Colegio Médico, la Secretaría de Estado de Salud Pública y a última hora la Justicia los que deben pronunciarse al respecto.

Mi motivación para escribir este artículo está basada en el desconocimiento que a veces tiene la población para decidirse dónde llevar un paciente con un sangrado masivo, que puede ser visible (externo) o no visible (interno) pero que se imagina el familiar que lo tiene el paciente porque tienen en su tórax, abdomen o arteria importante de su cuerpo una herida de bala, arma de fuego, o accidente: Pues tengo para decirle que estos pacientes sangrantes tienen mayor posibilidad de salvar su vida si acuden a un hospital público de tercer nivel, son estos hospitales en la capital el hospital Luis E. Aybar (Morgan), hospital Francisco Moscoso Puello, hospital Padre Billini, hospital Darío Contreras y otros en el interior del país con las características de Regiones.

A continuación pasaré a explicar las razones:

1.- Estos hospitales tienen bancos de sangre, lo que significa que no hay que salir a la Cruz Roja ni a ningún banco de sangre a buscar el único sustituto de la sangre (sangre).

2.- Los hospitales de tercer nivel tienen un cuerpo de médicos residentes (médicos que están haciendo las distintas especialidades en el hospital) que van desde el nivel residente 1 hasta el residente 3, 4 y 5 dependiendo de la especialidad que esté realizando, éstos médicos están de cuerpo presente en el hospital y por tanto no hay que llamarlo a sus casas para asistir una emergencia que no puede esperar mucho. Voy a proceder a aclarar: Cuando llega un paciente con una herida sangrante que amerita intervención quirúrgica, quien lo recibe en las emergencias de las clínicas privadas es un médico general (en la mayoría de los casos, aprox. 95%), éste médico no está entrenado para realizar una intervención quirúrgica y por lo tanto debe llamar al cirujano, al ayudante del cirujano, al anestesiólogo y solicitar al familiar la búsqueda de sangre en la Cruz Roja o un centro privado. Todo este procedimiento conlleva en el mejor de los casos aproximadamente una hora para abordar quirúrgicamente el paciente, salvo que por coincidencia estos médicos estén en su horario de trabajo. Debo ser justo y mencionar algunos centros privados que tienen esas condiciones: Centro Médico UCE, Plaza de la Salud, hospital de Herrera y otros más que no llegan al 5% de la totalidad de los centros privados existentes. Estos médicos Residentes a los que me refiero realizan a diario procedimientos quirúrgicos de emergencia a veces con la supervisión del especialista y a veces sin ellos porque el residente de último nivel es prácticamente un especialista al que le faltan a veces días o meses o pueden iniciar el procedimiento en lo que llega su médico especialista dependiendo de la magnitud del caso. Y ahí en esos hospitales están los Residentes de cirugía, los de anestesia, y sus compañeros que hacen las veces de ayudantes.

3.- Cuando el paciente llega a emergencia, nadie le pregunta quién va a pagar, por lo menos hasta ahora.

Quiero hacer algunas reflexiones para los usuarios de salud. Los conceptos que he emitido sólo los creo válidos en las circunstancia señaladas, ya que cuando usted se encuentra en un hospital público de los nuestros no va a encontrar la hotelería que encontrará en nuestros centros privados, que incluye higiene, privacidad, atenciones personificadas, alimentación adecuada, medicamentos a usar a discreción de su médico, habitaciones climatizadas, etc., salvo excepciones.

Recordamos que la política de cobros o depósitos en los centros privados que los hubiera, no son trazadas por los médicos que laboran ahí, sino por los propietarios de los centros, que no siempre son médicos. Abogamos por un convenio entre los centros privados y las autoridades que dirigen la Seguridad Social para que cuando un paciente indigente acuda a un centro privado en donde obligatoriamente hay que darle los primeros auxilios y preservarle su vida, estos servicios le sean pagados a los centros privados, ya que ellos ven su centro médico como una empresa más y es conocido por todos que en todas parte del mundo la salud es costosa, sin embargo reconocemos que la vida humana es tan costosa que no tiene precio.

Aunque tendremos que esperar, parece que al final del túnel se visualiza una luz, (la ley de Seguridad Social) la cual se implementa y que dará al traste con esas debilidades de nuestro sistema de salud y proveerá un sistema más justo y equitativo. Finalmente exhorto a que toda persona que tenga un carnet de seguro médico, es decir que esté asegurado, a que porte este carnet como porta su Cédula de Identidad Personal porque no sabemos si el próximo paciente sangrante seremos nosotros.

Atentamente,