Hoy 
Señor director:
«Una injusticia hecha a uno solo es una amenaza hecha a todos». (Montesquieu)
Existe la creencia de que las instituciones bancarias son el non plus ultra de la seguridad. Es frecuente la práctica de recurrir al servicio que ofrecen los bancos de acceder a la renta de una caja personal de seguridad donde se ponen en resguardo objetos y documentos valiosos. Se tiene la certeza que estas entidades financieras son una especie de bunker donde todo estábajo control, máxime si la institución goza de un prestigio acumulado por su larga trayectoria de servicios y excelente hoja de vida en su manejo financiero. La solidez de la institución, su trayectoria y avances son por lo tanto consideraciones elementales al momento de elegir el banco donde depositar o invertir un patrimonio.
Sin duda, a esta solvencia financiera acumulada por la institución se agrega la eficiencia de los avances tecnológicos. Los bancos no se han quedado atrás en el uso de sofisticados sistemas y se han desarrollado e implementado una serie de soluciones para el mercado bancario orientadas a proveer funciones altamente satisfactorias para una demanda de un mercado cada vez más exigente.
La complejidad de las operaciones que deben efectuar los bancos modernos es tal que a los auditores internos se les exigen óptimas aptitudes profesionales, prerrequisitos para el desempeño de sus funciones, estrechamente relacionadas al trabajo de los supervisores bancarios. Con estas premisas, se ponen en práctica métodos sofisticados de custodia de activos de forma segura.
En la actualidad, se cuenta con una serie de medidas y técnicas para asegurar las entidades bancarias, las cuales abarcan desde el edificio hasta su perímetro para evitar cualquier tipo de riesgos. Estos, incluyen la detección y extinción de incendios, control de accesos, integrando al sistema lectoras de huella digital, paneles lectores de tarjetas de proximidad, cámaras motorizadas, barreras físicas como son puertas y detectores de metales. Desarrollo de soluciones basadas en redes de cámaras y control de visitas, seguridad interna y perimetral, cámaras motorizadas, de visión nocturna, sistema de grabación digital de imágenes y monitoreo por medio de Internet, automatización de procesos e inteligencia de edificios, entre otras tantas medidas.
Estas tareas, se suponen, son competencia del Departamento de Seguridad Interna y actúa bajo la coordinación del Consejo de Administración, responsable último de asegurar un sistema de control interno eficaz.
Con tales antecedentes, existe la opinión generalizada de que los bancos no se equivocan, no cometen errores y son lo máximo en exactitud, seguridad y eficiencia. Asimismo, su personal es uno de sus recursos más preciados en cuanto a seriedad, capacidad y eficacia en el desempeño de sus obligaciones. Esto es lo que recuerdo de mi experiencia laboral como Analista de Préstamos de un banco dominicano, en donde a fin de asegurar la vigencia y solvencia en los servicios y operaciones, el personal era objeto de permanente supervisión y evaluación para avalar la observación de las normativas internas.
Sin embargo y haciendo referencia a mi artículo anterior «La cajera estafada» del pasado 11 de marzo, resulta cuestionable que la tarea de investigar el responsable de una operación indebida respecto a un faltante de un locker o caja, resguardado en la bóveda de seguridad, implique una tarea difícil para los profesionales responsables del sistema de seguridad interna. Revisando los múltiples recursos que facilitan este trabajo es de esperarse que en corto tiempo, los investigadores de una operación encubierta, concluyan exitosamente las indagaciones sobre el responsable de la acción.
Han transcurrido cinco años y la cajera injustamente inculpada continúa esperando los resultados de la investigación. Tan larga y traumática ha sido la espera, que quizás sea pertinente solicitar el apoyo de las instancias defensoras de los derechos de la mujer u otro organismo con competencia en las inspección de velar por la seguridad interna en los bancos.
Atentamente,
