Hoy 
Señor director:
En un gesto sin precedentes, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, ha puesto su cargo a disposición del Consejo Nacional de la Magistratura, el cual será convocado próximamente para conocer la nueva ola de reformas del Poder Judicial.
La valiente actitud de Subero Isa de someterse a una evaluación a su gestión, constituye además un acto de responsabilidad, una prueba de la que tiene que salir bien parado, pues nadie discute los significativos avances logrados en su gestión de casi una década.
El propio presidente Leonel Fernández ha elogiado en diversas ocasiones el trabajo de la Suprema, y a no ser que se trate de una pose política, cosa que dudamos por la sinceridad que aparentemente inspiran las posiciones del jefe del Estado dominicano cuando se refiere al doctor Subero Isa, se entiende entonces que su ratificación contaría en principio con el apoyo del Poder Ejecutivo.
La transparencia y firmeza de carácter que le ha imprimido el actual incumbente de la Suprema a sus actuaciones le han merecido el reconocimiento tanto de la comunidad nacional como internacional. Son muchos los analistas independientes que consideran que a pesar de sus lacras y debilidades la justicia es probablemente la institución pública de mayores progresos.
El doctor Jorge Subero Isa, por su liderazgo, por ser un ente de equilibrio, por su pulcritud y por su elevado grado de independencia, es el magistrado más indicado e idóneo para implementar los cambios que necesita el Poder Judicial para su fortalecimiento y consolidación.
Nunca le ha temblado el pulso al doctor Subero Isa para denunciar y castigar irregularidades en el seno del poder judicial. Tampoco ha contemporizado con sentencias complacientes que evidencian manejos indelicados típicos de la corrupción. Esa conducta ha sido constante y sistemática como ejemplo de que propicia una justicia pura y sana, libre de contaminación, aunque en ocasiones sus nobles propósitos hayan sido empañados por sectores inescrupulosos que se infiltran en todos los estamentos sociales.
En nuestros años juveniles tuve la experiencia de convivir en un palacio de justicia entre abogados, jueces y salas de audiencias. Cuando hago la comparación de ayer y hoy realmente existe un cambio del cielo a la tierra en todos los niveles. Esa extraordinaria transformación se ha logrado a partir de la nueva Suprema.
Cualquier evaluación objetiva arrojará resultados muy favorables en favor del doctor Subero Isa. Sin embargo, en un país donde los intereses políticos muchas veces se ponen por encima del interés de la nación y de su propia institucionalidad se elaboran fórmulas que son una especie de traje a la medida de los que por circunstancias coyunturales dominan los poderes públicos.
Ojalá que el Consejo Nacional de la Magistratura, cuando sea convocado por el presidente Fernández Reyna, premie al doctor Subero Isa ratificándole como presidente de la Suprema Corte de Justicia, a fin de garantizar la aplicación de las nuevas reformas que necesita el Poder Judicial para su engrandecimiento. La sociedad dominicana confía en la sensatez y el buen juicio esta sagrada responsabilidad.
Atentamente,
Miguel Pineda López
