Señor director:
Siento un profundo dolor cuando me desplazo por la avenida Abraham Lincoln y observo la tala indiscriminada de árboles, que lleva a cabo el Ayuntamiento del Distrito Nacional, bajo la dirección del señor Roberto Salcedo, ante la mirada de un pueblo incapaz de pronunciarse por razones de confusión. Es cierto que las matas de palmas se ven muy bonitas, pero de ahí compararlas con esa inmensa arboleda, que sus ramas y sus hojas nos servían de plataforma para cubrirnos de los rayos solares emanados por la madre naturaleza.

Esos árboles tenían más de dos décadas y su ubicación en el centro de la avenida no constituía ningún peligro para el tendido eléctrico, y mucho menos para los contenes que en el momento de su destrucción estaban en condiciones óptimas, con pruebas para demostrarlo en cualquier instancia judicial. El doctor José Francisco Peña Gómez una vez dijo que él le había bajado dos grados a la temperatura en el Distrito Nacional, hoy vemos cómo el señor Roberto Salcedo se empecina en aumentar dos grados a la temperatura olvidado que la preservación del medio ambiente es una necesidad mundial.

Evitemos que este proyecto del señor Roberto Salcedo sea extrapolado a las avenidas, Sarasota, Luperón, Winston Churchill, vamos a imitar a los Jardines del Norte cuando se quiso cometer un sacrilegio con su aérea verde, para construir torres de apartamentos, se levantaron y le dijeron al Gobierno no. Hoy nosotros asumimos una actitud complaciente con el Síndico del Distrito Nacional, de cambiarnos una gran variedad de árboles por matas de palmas. Qué pena.

Con la más alta estima, le saluda,
Muy Atentamente, 
Hatuey Sánchez Galarza

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Arbolado peligroso

Señor director:
La presente tiene como finalidad alertar a los organismos públicos y privados, como son Edeeste, Medio Ambiente, Foresta, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, etc., sobre el gran peligro que representa el crecimiento desordenado de árboles en la calle Luis Moreno Martínez del sector Arroyo Hondo II, mejor conocida como «Camino Chiquito» en la cuesta que comienza entre Cuesta Hermosa I y la entrada de Cuesta Hermosa II.

Muchos de éstos están entre las redes eléctricas con las raíces a flor de tierra, creciendo a través de los huecos de las verjas de piedra o de bloques constituyendo un peligro enorme para todos los que transitamos a pies o en vehículos por la citada calle, la cual es de un gran tránsito a cualquier hora del día por ser la principal vía de acceso al sector.

Los altos farallones y verjas que hay entre el citado trayecto y las propiedades ubicadas en el sector de Cuesta Hermosa I principalmente, no permiten que los habitantes cercanos puedan tener control de éstos, amén del permiso requerido y obtenerlo es una labor que requiere de varios días de diligencias. Agradeciéndole la publicación de la presente, quedo de usted.
Muy atentamente,
  Luis Miura