Cartas
Cultivar el amor

<p><strong>Cartas<br/></strong>Cultivar el amor</p>

Señor director:
En el mes del amor y la amistad es oportuno recordar algunos puntos importantes para cosechar a plenitud los frutos deliciosos del amor:

Cualquiera que piense pagar la dulzura y los beneficios espirituales del amor con monedas de plata y de oro solamente recibirá burlas y desprecio por su torpeza. Porque aunque sabemos que el amor verdadero tiene un precio muy elevado, pero un precio de entrega, negación y sacrificio por el ser amado que casi nadie quiere pagar el precio para cosechar el verdadero amor.

La mayoría de los seres humanos solamente queremos los beneficios del amor, pero no queremos pasar por el sacrificio de cultivar y abonar el amor.

Cuando sembramos en nuestro huerto una rama de una hermosa flor, sino nos esforzamos en echarle agua todos los días y cuidar su entorno de las malas yerbas es casi seguro que, jamás veremos esa planta producir hermosas flores, pero si en cambio nos sacrificamos para todos los días echarle agua, abonarla y quitarle las malezas de su alrededor estamos seguros que pronto disfrutaremos del esfuerzo que hemos realizado cultivando hermosas flores que deleitarán nuestras vistas y llevarán gozo a nuestro corazón.

Y es que el amor también es sufrido y como dijo el gran poeta cubano José Martí en sus versos

“Oh saber amar es sufrir

sufrir y sentir y el hacha besar

de aquel que nos has de herir.”

Besar el hacha de aquel que nos has de herir es un trago un poco amargo, pero para cultivar el amor debemos besar y amar al ser amado que muchas veces sin querer nos ofende o nos hiere y ser tolerante y perdonarle muchas cosas para no herir sus sentimientos y lograr que la grandeza del amor permanezca par siempre como lo dice la palabra de Dios.

En estos días meditaba en la amistad y el amor de unos niños hijos de unos amigos que mi esposa y yo amamos muchísimos y ellos también nos aman mucho, pero hay algunas cosas de ellos que a veces nos incomodan y he pensado varias veces llamarle la atención seriamente, pero al pensar en todas las manifestaciones de amor que ellos nos dan desinteresadamente echo para atrás porque no quiero herir su sensibilidad infantil y su amor tan puro e ingenuo para con nosotros y he concluido que lo debo amar tal y como ellos son y que lo que no me agrada de ellos es el precio que debo de pagar por tener el amor de cuatro angelitos que son una manifestación plena del amor de Dios.

Por todo lo anterior si realmente queremos disfrutar plenamente del amor del ser amado debemos sacrificarnos abonando y cultivando diariamente la rosa del amor para que, jamás muera por falta de dedicación y entrega porque después que el amor muere es muy difícil o imposible revivirlo.
Atentamente,
Prof. Adón Sandoval

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