En el periódico que usted dirige del 6 del corriente mes, apareció un artículo titulado «El Paraíso del Error», suscrito por la señora Marien Aristy Capitán, del cual copio los siguientes párrafos: «Cuando eso sucede la indignación es doble. Porque, ¿No están robándose dos veces? Pero, ¿Qué pasa cuando esos mismos oficiales una vez que se les juzga se les deja libres porque no hay pruebas? Nos roban por tercera vez.

Así se sintieron todos aquellos ciudadanos que han sido víctimas de un robo cuando se Enteraron de que para la Suprema Corte de Justicia no es un delito el que un oficial se apropie de un vehículo que había sido recuperado por la Policía Nacional».

Comprendo la indignación de la articulista y de quienes ella dice representar, pero en lo que no estoy de acuerdo, ya que es un craso error, atribuirle a la Suprema Corte de Justicia esa decisión, puesto que, por el contrario, la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia envió a ser juzgados a esos oficiales por ante la Corte de Apelación de Santo Domingo, la cual, como tribunal de envío, entendió que el delito no estaba configurado por falta de pruebas.

Tampoco hemos generado la inquietud que la señora Aristy Capitán atribuye a la población debido a que «¿Quién podrá defendernos si en los tribunales la justicia es tan ciega que ha decidido darnos la espalda?», toda vez que esta Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia, las veces que ha sido apoderada de recursos de casación contra sentencias que han operado descargos de quienes han sido sometidos por el Depreco, las ha revocado y enviado a otros jueces para que sean juzgados nuevamente y si han sido descargados otra vez, no es responsabilidad nuestra.

Por tanto, no puede endilgársenos a nosotros las decisiones, buenas o malas de otros tribunales, puesto que los jueces gozan de absoluta independencia.

Atentamente le saluda,

Dr. Hugo Alvarez Valencia
Presidente de la  Cámara Penal, S.C.J.