Cartas
Derechos del niño

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Hoy se habla mucho de los Derechos Humanos. Se defienden y se exaltan los derechos humanos de toda clase de personas. Y esto es muy justo y muy bueno. Inclusive, hay grupos (militantes de los derechos humanos a toda costa) que defienden los derechos humanos de los peores enemigos de esta nación y de la paz del mundo.

Y yo no sé si esto llega a lo sublime o a lo ridículo. Lo que si entiendo es que esto parece ser ya una característica de esta sociedad democrática.

Así, los talibanes presos en Guantánamo y los peores criminales en serie, tienen sus insistentes defensores. Que si los talibanes (los “pobrecitos”) deben ser juzgados por tribunales civiles americanos y no por los tribunales militares (que son tan inhumanos). Asi mismo, los criminales condenados a muerte, que si la silla eléctrica o la inyección letal le producen la muerte con algún padecimiento (a los “pobrecitos”).

No cabe dudas que hay cierta apreciable compasión involucrada en estas luchas. Quizás mal dirigida.

Quiero decir hoy ciertas boberías que a mi siempre se me han ocurrido con relación a los derechos del niño.

1.-  Todo niño debe tener derecho a nacer «no por casualidad». Es decir, todo niño debe ser esperado, deseado, planeado.

 2.-  Todo niño debe tener el derecho a nacer de padres jóvenes. Esto sé que luce más radical todavía que lo primero. Pero entiendo que todo niño debe tener el derecho a nacer no entre padres viejos, cansados, enfermos, si no entre gente joven con quien jugar, hacer las tareas, caminar, correr, saltar.

 3.-  Todo niño debe nacer en un hogar con suficientes recursos económicos. Ya resulta muy lógico pensar que si dos están pasando necesidades, no hay ningún derecho a traer un tercero a mal vivir. Aquí no quiero entrar en ciertos detalles. Quiero señalar, solamente, lo que es lo ideal, lo deseable, lo justo.

 4.-  Todo niño debe tener derecho a un padre y una madre «a tiempo completo». (En este tiempo un problema muy serio es el de muchos niños que no tienen padre, o no lo conocen, o éste los abandonó). Este punto, territorio de psicólogos y directores espirituales, es algo doloroso y delicado para muchos. Aquí se juntan, y con frecuencia se confunden, la necesidad de compañía, la necesidad de reconocimiento, la soledad, la diversión, el amor o bien sea la necesidad de amar a otra persona. En fin, digo territorio de psicólogos y directores espirituales.

 5.-  Creo que faltan muchos otros puntos para un Catálogo de los Derechos del Niño. Quiero dejar como una pregunta el último punto que ahora se me ocurre: ¿Tiene el niño, siempre, el derecho a nacer y crecer en un ambiente sano? ¿Un ambiente donde pueda desarrollar su cuerpo y su mente y convertirse en un buen ciudadano de su país?

Un abrazo,

Tiberio Castellanos.

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