Cartas
El reto de Miguel Vargas

<p><strong>Cartas<br/></strong>El reto de Miguel Vargas</p>

Señor director:
Para sorpresa del país y de los propios perredeístas, el certamen convencional del pasado 28 de enero fue ordenado, transparente y con una buena participación.

Aparte de la victoria convincente del ingeniero Miguel Vargas Maldonado, hay que resaltar la grandeza y dignidad de la doctora Milagros Ortiz Bosch al aceptar inmediatamente los resultados que le fueron adversos.

El Partido Revolucionario Dominicano acaba de dar un ejemplo y de reivindicarse después de haber protagonizado durante mucho tiempo procesos internos traumáticos que terminaban como las fiestas de los monos.

Al parecer la necesidad de retornar al poder con un candidato presidencial que saliera muy bien parado como ha ocurrido y el complejo de culpa de haberle fallado a la nación, convenció al PRD que había llegado la hora de la rectificación.

La actual dirección, encabezada por el ingeniero Ramón Alburquerque y el licenciado Orlando Jorge Mera, conjuntamente con la comisión organizadora de la convención, han logrado lo que según la historia del PRD era un sueño, una ficción, una quimera y hasta un milagro. Todavía estamos todos escépticos. Hay que valorar la participación efectiva e independiente de la Junta Central Electoral que avaló y le dio total legitimidad al proceso.

Sin embargo, al candidato triunfante le queda un largo camino por recorrer. El ingeniero Vargas Maldonado tendrá que emplearse a fondo para incorporar a su proyecto presidencial a todos los perredeístas, fundamentalmente los de la llamada Corriente Unitaria y a los que por los garrafales errores del pasado se mantienen alejados. Tendrá que seguir actuando con humildad, ser inclusive más accesible en el trato personal, abrir un amplio abanico que abarque fuerzas políticas, sociales, económicas y religiosas.

Pero la tarea más difícil internamente para Vargas Maldonado será convencer al ex presidente Hipólito Mejía para que se mantenga en un bajo perfil. Para nadie es un secreto que la tasa de rechazo de este último es la más alta y que es una verdadera retranca para cualquier posibilidad de relación o negociación con el Partido Revolucionario Social Demócrata del licenciado Hatuey Decamps, organización que, a pesar de que 72 horas antes de las elecciones congresionales y municipales su líder fue conducido de urgencia a un centro hospitalario de los Estados Unidos, obtuvo más de cincuenta mil votos, que tienen objetivamente que ser multiplicados varias veces si ese percance no hubiera sucedido.

Hay quienes afirman que es una tarea casi imposible hacer razonar a Hipólito Mejía, un político que actúa muchas veces con torpeza e irracionalidad, y a quien algunos malos asesores le han recomendado mantenerse en la palestra pública con un protagonismo antipolítico e insensato.

La candidatura de Miguel Vargas Maldonado luce fuerte y refrescante en un momento de muchos disgustos sociales y económicos.
Atentamente 
Miguel Pineda López

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