El triunfo de este singular candidato tomó por sorpresa a muchos que desconocen cómo están las cosas en el PRSC: La cúpula dirigencial de ese partido apostó al candidato derrotado y no solo ellos, sino la mayoría de los diputados y regidores que fueron aupados por esa cúpula en los procesos internos que los colocó en las curules que hoy ocupan, lo que evidencia que una gran crisis se avecina en esa organización política, por una razón muy simple: esa cúpula y esos dirigentes no tienen base de sustentación en la organización que dicen representar y mucho menos en sus respectivas comunidades.

El problema actual del PRSC es mucho más complejo que antes del proceso que escogió al candidato presidencial, todo porque la cúpula que lo dirige no entiende que su debilidad tiene su origen en la fragmentación de sus fuerzas, no en la falta de un candidato presidencial y es lo que debió prever y solucionar satisfactoriamente, pero eso es mucho pedir a quienes les interesa más la continuación de la crisis que los legitima, que la solución que los minimiza y los relega a su justo lugar.

Lo prudente, lo que convenía a los intereses del partido y que indicaban las circunstancias, era la posposición de ese evento y dedicar todas las fuerzas a lograr la  reunificación de todos los reformistas, sin importar las causas de sus disidencias; dedicar todos los esfuerzos al fortalecimiento institucional e ideológico de su militancia, a la reapertura de sus locales hoy cerrados en más de un 50%; luego se podría organizar el proceso de selección del candidato.

Hoy que la realidad es que el PRSC tiene un candidato cuya selección amenaza con fragmentar más la organización, y esa dirigencia entra en pánico porque temen que el pastel termine desmoronándose y ponga en peligro sus posiciones y privilegios.

El hoy candidato Amable Aristy pudiera hacer un mejor papel en el venidero certamen electoral, si hace conciencia de que los miembros de esa cúpula no convocan a nadie y se rodea de sangre nueva, pero hay que reconocer que esa no será una tarea fácil.

El PLD y el PRD pueden cometer un grave error si subestiman la capacidad de maniobra del candidato del PRSC, un segmento importante de la población dominicana es susceptible de sentirse atraída por las prebendas económicas y en eso Amable se las trae; todo eso independiente de que maneja con destreza las alianzas y acuerdos políticos públicos y privados.

El fortalecimiento de la candidatura del PRSC va en detrimento del PRD y su candidato y facilitaría la posibilidad de que el Presidente Fernández gane en primera vuelta, ya que fragmentaría la oposición y le sustrae sectores empobrecidos que apoyarían eventualmente al candidato del PRD; por eso se aventuraron a asegurarle su permanencia al frente de la Liga Municipal Dominicana, con la esperanza de que ya candidato por el PRSC los apoye en una primera o segunda vuelta del certamen electoral del año próximo.

Si Amable Aristy se fortalece, su capacidad de concertación de alianza en primera vuelta va a estar dirigida hacia el que tiene más posibilidades de salir airoso y en ese escenario es indudable que el Presidente Fernández es el que lleva las de sacar mayores ventajas.

Al PRD no le conviene que el PRSC se reagrupe y por esa razón no ayudaran a Amable, porque ellos saben de antemano que esa será su meta y así lo externó cuando la cúpula propuso y posteriormente materializó el sometimiento a la justicia al Ing. Carlos Morales. Las opciones presidenciales de los tres grandes partidos están definidas y si el Presidente Fernández se duerme y no atiende bien la evolución de los acontecimientos pueden haber sorpresas, los tiempos por venir dirán la última palabra.

Atentamente,

Francisco Bencosme