Cartas
Fundación Tzu Chi 

<p><strong>Cartas<br/></strong><span>Fundación Tzu Chi </span></p>

Señor director:
Hace días fui invitado por la licenciada Mariana Ju, voluntaria de una fundación que vino al país hace años y está dirigida por taiwaneses, a visitar un lugar de la zona este del país, donde se realizaría un operativo médico entre los moradores que vivían en una extrema y espantosa pobreza, que a cualquiera se le ponían los pelos de puntas ver tantas desigualdades, por lo tenebroso y la situación imperante. Entonces me decidí a escribir después de ver cómo han cambiando las cosas.

La Fundación Tzu Chi fue creada por la maestra Chen Yen, con el apoyo de 30 amas de casas, en el año 1966. Estas mujeres aportaban diariamente 50 centavos para los gastos y las ayudas de los pobres.

Ju me comunicó que la jornada médica se efectuaría el sábado 3 de febrero pero tenía que estar a las 6:00 a.m. en el hotel Dominican Fiesta, punto de partida para trasladarnos a La Romana. Al llegar encuentro al periodista Leoncio Bautista y al doctor Servio Tulio Benítez, a quienes había invitado previamente.

Ya dentro del autobús, Mariana Ju explicaba en su idioma y en español el programa de actividades de ese día y del almuerzo. Al finalizar me gustó ver muchos médicos taiwaneses radicados en New Jersey que vinieron a participar, así también a médicos dominicanos, entre ellos al doctor Luis Féliz Báez y su hermano. Tengo entendido que son hermanos del ingeniero Abraham Féliz, subsecretario de Agricultura, y de la licenciada Mabel Féliz, directora del Consejo Nacional de Drogas.

En el operativo se encontraba el Embajador de la República de China (Taiwán) señor Eduardo H. H. Then. Luego que se entonaron los himnos de ambas naciones, Then se dirigió a los médicos, voluntarios, profesores y estudiantes de la Escuela Tzu Chi. Dijo: “La salud y la educación son la base fundamental para todos, sobre la cual se sostiene la sociedad”. Además, que el gran maestro Confucio dijo que “una educación sin clase social, sin discriminación, es una educación sin frontera”. En sus palabras de bienvenida el embajador taiwainés elogió el trabajo que hace en la escuela Tzu Chi la directora, licenciada María Altagracia Polanco, diciendo que “el futuro de un país está en manos de los jóvenes que como ustedes son pilar del futuro de una nación y la Fundación Tzu Chi dirige sus esfuerzos al desarrollo y superación de los jóvenes que estimulados a continuar a estudiar; un país sin educación no puede operarse ni tener beneficios; debe estimularse a los jóvenes para que se preparen”.

En fin, en la escuela Tzu Chi, construida por la fundación en el año 1999, se atendieron 500 niños y ver cosas como éstas me llenó de alegría saber que en este país no todo está perdido, o como decía el poeta Pedro Mir ,”hay un país en el mundo”.

Atentamente,
Miguel Morillo Abreu

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