Señor director:
El triunfo de Alfonso Soriano, que salió de un batey de San Pedro de Macorís, para conquistar el mundo del béisbol, tiene en su mensaje el punto más luminoso para los jóvenes marginados que aparentemente lo tienen todo en contra, éxitos como los del gran bateador representa un estímulo, un aliento de que sí se puede.

Dominicano pobre, como Soriano, por demás negro, ofrecen un solido ejemplo a los otros de su condición social, de que es posible vencer la pobreza, la adversidad, el origen y la discriminación.

Alfonso Soriano es hoy millonario, querido, admirado, super famoso y con posibilidad de ingresar al Salón de la Fama Cooperstown; y con el caso de Soriano, el de los demás astros del Béisbol de las Grandes Ligas, desde un Juan Marichal e inmortal, que fue pobrísimo, obrero, guardia raso, hoy es un “Hall Fame”. Hasta un Many Ramírez de los Ghetos neoyorquinos e hijo de emigrantes paupérrimos, al ser considerado por muchos el mejor bateador de las Grandes Ligas, o un Julio César Franco, que de San Pedro de Macorís ganó el liderato de bateo en las Grandes Ligas, llegando a un joven marginado de Manoguayabo, Pedro Martínez, que tiene tres premios “Cy Young”, y otros que le quitaron de la mano; todos ellos sin caer en la droga, en alcoholismo, la pandilla, la holgazanería; si no más bien dirigiendo sus pasos por buen camino.

Han demostrado que sí se puede, que el joven dominicano puede llegar bien lejos sin meterse en el sub-mundo de las drogas y no solos ellos, los grandes atletas, sino también los jóvenes marginados que han triunfado como médicos, desde el Dr. Medison Cairo, o un periodista como Franklin Mirabal; lo tenían todo en contra, pero se superaron, triunfaron, vencieron, derrotaron a doña adversidad, por encima del “All Odds” y hoy son dominicanos que deben ser señalados como ejemplo nacional y no pandillero muerto a los 15, 20 o 25 años, tras una estela de delitos; cabe mencionar a jóvenes como David Ortiz, Robinson Cano, Adrian Beltré, Aramis Ramírez, Marcos Díaz, Joan Guzmán, Félix Sánchez, todos ellos se enmarcan dentro de ese concepto de esa moraleja, de ese mensaje positivo de bien, de lucha de conquista, de gloria bien ganada, de fama bien organizada, por todo esos más arriba señalado, a todos esos jóvenes deportistas, gloria nacional, ejemplo a seguir, el pueblo le dice: son ustedes merecedores de honor a quien honor merece.

Atentamente,

Ramón Ant. Veras (Coqui)
Asesor de Deportes de las Fuerzas Armadas