Cartas
La nobleza de Sammy

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Calderón de la Barca, Poeta Dramático español, en su Auto Sacramental titulado «La Hidalga del Valle», dijo con mucha propiedad y firmeza: Que si de algo debe enorgullecerse el hombre, es de la Nobleza, cuyo principio básico es la moral, la cual tiene que estar fortalecida por: La Templanza, la Sencillez, la Respetabilidad, la Perserverancia, la Seriedad, la Honestidad, y sobre todo por el Amor a Dios que es la potencia que suple todo lo demás.

En Sammy Sosa se plasman todas las características que adornan la Nobleza.

Sammy, como lo describe el gran escritor francés Víctor Hugo, es un verdadero hombre OCÉANO. El Océano tiene murmullo, oleaje, tempestad, calma, imponente perspectiva, majestad sublime.

En Sammy Sosa se destaca la Imponente movilidad de la grandeza del Océano.

El está siempre en lo alto, como el Cóndor. Tiene inmensa fuerza, se siente siempre su aleteo formidable. Y si declina, es como la majestad de un Astro. Y si cae, es con la soberbia de un Aguila Caudal.

Sammy Sosa sabe perfectamente que en éste mundo hay distintas clases de personas, los hay ricos y pobres, blancos y negros, talentosos e ignorantes, a Sammy sólo le interesa personas distintas, de actitudes nobles.

La República Dominicana, América Latina y el Mundo en sentido general, está de júbilo por la hazaña de éste inmenso hombre. Un hombre Noble, de sentimientos y amor al prójimo. Todos estamos de fiesta, Sammy está de fiesta. Todos nos sentimos orgullosos de que éste hombre salido de la pobreza, con su humildad y perseverancia, con su gran nobleza y carisma, está en estos momentos en la cima de la popularidad mundial.

Con su jonrón 600, Sammy puede decir como dijo el Anciano Simeón, después de haber visto al Mesías: Nunc dimittis servum tuum, Domine: Ahora, Señor, puedes ya dejar ir a tu siervo.

Ya Sammy puede decir con mucha firmeza: Señor, puede uno morir después que se han cumplido sus más gratas esperanzas o deseos.

Este joven dominicano nacido en la pobreza, con su humildad y deseo de superación, ha logrado la hazaña más grande que Latinoamericano alguno haya logrado. Su perseverancia, su fé en Dios y el deseo de convertirse en una persona importante, pero con humildad, hicieron posible que hoy sea el dominicano más popular de América Latina.

Todos los jóvenes tienen en este inmenso hombre, un ejemplo a imitar, un ídolo a quien seguir.

Los dominicanos en sentido general auguramos a Sammy Sosa mucha salud, felicidad y que siga para alante, el pueblo lo quiere y lo admira por ser el prototipo que todo debemos imitar.

Enhorabuena Sammy, p’alante.

Dr. Juan de la Cruz Tejeda Acosta

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