Cartas
Mala señal de Chávez

<p><strong>Cartas<br/></strong>Mala señal de Chávez</p>

Señor director:
La draconiana decisión del gobierno venezolano del presidente Hugo Chávez Frías de no renovar la concesión de operación de Radio-Caracas-Televisión es una Medina antidemocratica que atenta contra el derecho de expresión y la libertad de prensa en el continente.

Basándose en tecnicismos legales se pretende cometer una acción que en nada favorece el pluralismo político y que envía señales ominosas que se pensaba que habían sido superadas.

De igual manera son inadecuadas e irrespetuosas las respuestas de Hugo Chávez al secretario general de la OEA, José Miguel Indulza, quien ha abogado para que esa medida sea revisada, sin que esto pueda considerarse como una violación a la soberanía venezolana.

La revolución bolivariana, impulsada por Chávez con el apoyo casi unánime de los venezolanos, se desnaturaliza cuando trata de imponer una censura o cierre odioso totalmente fuera de contexto.

La libertad de prensa en el hemisferio americano ha sido obra de una larga lucha que ha costado sangre, dolor y también sus mártires.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) desde su nacimiento ha sido una defensora intransigente del derecho de información, pilar fundamental de la democracia.

Una prensa condicionada y amordazada constituye un paso seguro hacia la dictadura y el totalirismo, aunque se cuente con la legitimación de las grandes mayorías con el caso de Chávez en Venezuela.

Los grandes cambios que se están produciendo en nuestro continente son en gran medida el resultado de una prensa abierta que permite el libre juego de las ideas en todas sus manifestaciones.

Si aceptamos el cierre de Radio-Caracas-Televisión estaremos propiciando y estimulando la muerte de la libertad de expresión y difusión del pensamiento.

Si hay alguien que ha sido beneficiado por la libertad de prensa ha sido el presidente Hugo Chávez, quien cuando fue encarcelado por su intentona golpista hizo resistencia valiéndose precisamente de los medios de comunicación de masas que le dieron la oportunidad de convertirse en un gran líder que trasciende las fronteras de su país.

Se trata de un acto de intolerancia que no se compadece con la estatura de un gobernante que acaba de recibir el generoso apoyo de su pueblo y que debía aplicar la frase de ser magnánime en la victoria.

Señor Hugo Chávez, con el respeto y la admiración que usted se ha ganado por sus espectaculares triunfos, sugiérole con humildad como periodista y ciudadano latinoamericano que desista de tales propósitos con Radio-Caracas-Televisión. Que eso le hace más mal que bien a su gloriosa carrera, pues la solidez de su revolución, como se ha demostrado, resiste las críticas y los embates de sus reales y presuntos enemigos.

En las actuales circunstancias, presidente Chávez, ningún medio de comunicación representa una amenaza para la estabilidad de su gobierno.
Atentamente,
Miguel Pineda López.

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