Los dominicanos nos acostumbramos a ver a Danilo y Leonel como una misma cosa. Respetaban a Danilo por su sobriedad y porque sus decisiones siempre contaban con el aval del presidente Leonel Fernández. El país veía con agrado y admiración este comportamiento.

Pero a partir de diciembre pasado, Danilo decidió disputarle el cargo al Presidente y para ello le arrebató la antorcha a la oposición y se colocó a la cabeza de los ataques lanzando durísimas criticas hacia su amigo, compañero y compadre Leonel. La población contemplaba boquiabierta este nuevo Danilo apodado «Ahora es». Muchas de las figuras importantes de su proyecto decidieron no seguirlo porque entendían que eso era un suicidio político, pero Danilo decidió inmolarse.

Aunque los estatutos del partido le dan derecho a su aspiración por el cargo, esa decisión suya fue percibida de mal gusto y constituyó un gravísimo error pelearse con el presidente del Partido y de la República, su entrañable amigo, compañero y compadre Leonel.

Al parecer, Danilo perdió la mesura y el tacto por lo que no entendió que ese pleito lo ganaba sólo si no lo echaba. Algunos de sus propios colaboradores cercanos decían en privado que perdían pero que alcanzarían un 40%. Sólo Danilo creía que tenía liderazgo suficiente para imponerse al líder del partido, líder del país, Presidente de la República dos veces, presidente del Partido, su amigo y compadre.

Llegó el 6 de mayo y los peledeístas fueron a las urnas a elegir su candidato presidencial.

Votó el 50%; Leonel obtuvo casi un 72% y Danilo un 28% de los que votaron.

Los simpatizantes de Danilo eran los más experimentados en buscar la gente y llevarlos a votar y además tenían más adrenalina y motivación personal para hacerlo. Votaron casi el 100% de sus simpatizantes con sus ñapas.

Si tomamos el universo (1,159,000 miembros del PLD), el % de Danilo baja a un 14% y si le restamos la ñapa podríamos estar hablando cerca de un 10% que es el verdadero porcentaje que le sigue de ese universo.

Soy de los que piensan que el 72% no es ni tampoco lo es el 28%. La verdad estaría en la inclinación de los que no sufragaron y creo que ahí Danilo tiene muy poco que buscar.

El conteo de los votos fue el que debía esperarse pero Danilo aún se resiste a reconocer el resultado de su error y pidió a sus colaboradores un mes para analizarlo. Sin embargo, ya el 75% de sus simpatizantes han decidido respetar el resultado y trabajar para que el partido siga en el poder más allá del 2008.

Negarse a aceptar el triunfo de su amigo, compañero y compadre amenaza con enterrar las potencialidades de Danilo como dirigente político lo que sería una gran perdida para el partido y el país.

Atentamente
Frank López