Los antecedentes nos señalan que el gobierno dominicano diseñó en el 1996 un programa con el propósito de modernizar el Estado, y con la finalidad de que en ese proceso de reformas colocar el país en condiciones de enfrentar de forma eficiente y eficaz los desafíos en un mundo globalizado. Estas reformas fueron amparadas en el decreto 308/07 por lo cual se creó la Comisión Ejecutiva de Reforma para el Sector Salud (CERSS).

Pero a pesar de trabajar con buenas intenciones y con muy buen soporte técnico, esos trabajos cayeron en el vacío por la falta de articulación con los diferentes niveles de atención, y porque su accionar consistió en un acuerdo unilateral ignorando completamente los médicos y los demás miembros del sector salud en las tomas de decisiones, y sin pensar en lo que los mismos pudiesen trabajar en un ambiente laboral favorable y a la vez con salarios dignos, como debe ser de un profesional de la medicina.

Señor director, es de interés señalarle que en esas reformas, donde no invitaron a participar a los médicos, estaba la ley de Seguridad Social (87-01), la que en estos días todos la mencionan pero pocos la conocen, y la que tiene un Seguro Familiar de Salud (SFS) que no ha podido iniciar por el obstáculo de los poderosos y el distorsionamiento que el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) y la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) hicieron de ella. Ahora bien, está claro que ese Consejo no planificó la entrada del SFS del régimen contributivo que sea un verdadera protección integral de la salud física y mental del afiliado y su familia, como si esta entrada era un juego de niños.

A pesar de que fueron muchos los puntos que el señor Presidente reconoció que había que adecuarlos para un buen funcionamiento del sistema, es preciso señalar que las partes deben de ponerse de acuerdo ahora para evitar el tranque, no esperemos el 1ro. de septiembre para dilucidar cosas, debemos estar preparados para no iniciar un Seguro Familiar de Salud impuesto a la fuerza. Recordemos que Alemania es reconocida como el primer país que introdujo un sistema nacional de seguridad social, cuando en el 1883 el parlamento hizo compulsiva la inscripción en el sistema nacional de seguro de salud, buscando con ese sistema Bismarck solucionar el problema de la marginación y la miseria de los obreros, evitando la radicalización política. Considero que de acuerdo a la ley los trabajadores y empleadores pagarán los aportes a la seguridad social sin ningún impedimento y bajo reglas claras, da pena que pensemos de esa manera, pero es que vivimos en un país de evasores y fiscalistas. Ahora bien, no es de sobra exhortar a los médicos y médicas a mantenerse unidos y vigilantes del proceso, ya que la lucha no termina ahí, y siempre hay sectores buscando la oportunidad de querer aplastarnos.

Atentamente,
Víctor Díaz Alba

Médico.