Cartas
Sobre judíos y Quisqueya

<p><strong>Cartas<br/></strong>Sobre judíos y Quisqueya</p>

Señor Director:
El febril empeño por ganar el favor público a veces resulta tan exagerado que pudiera compararse a las propuestas electorales de los políticos y sus organizaciones. Se reconoce que tanto personas como sus sistemas lo procuren cuando las circunstancias así lo ameriten para poder coexistir como viven.

Porque de acuerdo a la lógica existencial, el individuo y sus agrupaciones no pueden vivir solos o aislados del resto de la comunidad donde existan, de alguna actividad humana deben permanecer conectados. Sus aliados han sido, siempre, las ideas políticas y religiosas y, más recientemente, la prensa liberal, desinteresada u obsequiosa. Se comprenden las razones que el conglomerado de expresión hebraica y religión judía haya tenido para usar tan importantes medios difusores de ideas y conceptos, al través de los cuales poder exponer sus razones de su ideario grupal, mediante los cuales, luego de ser asimilados por la generalidad hayan sido reconocidamente beneficiados. Para la consecución de tales fines, se ha explotado, desde el centralismo estatal hasta el liberalismo pleno.

Es notorio que cada vez que sus posiciones o conductas son cuestionadas, aquellos procedimientos son puestos en práctica para tratar de resarcir la merma populista en una necesaria opinión pública nacional o internacional.

No existen dudas que la nación norteamericana está pasando por estrecheces económicas desde que China e India surgieran como “fábrica y laboratorio mundiales”, y América del Sur esgrimiera la idea bolivariana de unidad latinoamericana, prácticamente adoptando posturas de insurrección, originándose grandes tensiones sociales.

Y, los grupos que se encuentren en posiciones económicamente ventajosa frente a las mayorías, llevan la peor parte de los vituperios populares. En este contexto es que aparecen los comentarios en ese prestigioso diario, del trabajo literario de Jean Ghassman Bissainthe, “Los Judíos en el Destino de Quisqueya”, porque aborda los conflictos entre la inmigración dominicana y los judíos de New York.

Atentamente

 David Nader Seguie 

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