Cartas
Todo lo que huele a Danilo

<p><strong>Cartas<br/></strong>Todo lo que huele a Danilo</p>

Señor director:
Desde que Danilo Medina tomó la decisión de renunciar como secretario Administrativo de la Presidencia y hacerle frente a la malvada reelección y tratar de convertirse en el candidato para las próximas elecciones presidenciales, nunca pensó en las consecuencias funestas que esto traería a sus fieles y leales seguidores.

Esto viene al caso en vista de lo que está sucediendo en algunas instituciones del Estado, en donde se ha iniciado una “cacería de brujas” a todo aquel funcionario medio y alto que simpatice con Danilo, de quien dicen es el que representa el verdadero triunfo en los comicios del 2008.

Algunas instituciones donde han cancelado a varios seguidores de Danilo son: La Secretaría de Agricultura (SEA), el IAD, la CAASD, el Banco Agrícola y el INDRHI, entre otras de menor jerarquía, en donde muchos de estos fueron llevados a dichas dependencia por recomendaciones de Medina a principio de gobierno.

Muchos de los cancelados (gerentes y encargados de importantes departamentos de las mencionadas instituciones) dicen a viva voz “que la reelección presidencial conducirá al partido y al gobierno a un camino oscuro en donde imperará la corrupción administrativa, como está sucediendo en muchas de éstas”.

Lo que indica qué tan cruenta es y será la lucha interna en el seno del Partido de la Liberación Dominicana el 12 de abril ente los danilistas y los reeleccionistas que han traicionado al ex secretario de la Presidencia.

Ante el hecho de que muchos funcionarios están vinculados a la reelección, en la conciencia de muchos de éstos saben de que si son funcionarios fue por la recomendación de Danilo Medina, por que han optado por convertirse en los nuevos Judas de la política dominicana.

Pero lo cierto que todo aquel empleado público que huela a Danilo apúntelo que “E pa’ fuera que va”, por lo menos van a descansar de la arrogancia, el maltrato verbal presión entre otros vejámenes a que eran sometidos por el simple hecho de no apoyar la funesta reelección. Qué paradojas tiene la vida.
Atentamente,
Ana Marte

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