Cartas
Voluntad, tiempo y costo

<STRONG>Cartas<BR></STRONG>Voluntad, tiempo y costo

En un editorial titulado Crisis de voluntad, de fecha 15 de este mes, el periódico HOY comenta los planes fallidos que se han formulado para resolver problemas relativos a los asentamientos descontrolados y peligrosos que ocupan las orillas de los ríos Isabela y Ozama.

Se revela, en el mismo editorial, que se han hecho elevadas erogaciones para la preparación de proyectos, pero no se ha visto ningún resultado tangible, poniendo de ejemplo a Puerto Isabela, como una muestra de la voluntad desplegada por el presidente Balaguer para urbanizar el sector que se denominaba Hoyo de Chulín.

Explica el editorial que sin pretender que esas obras sean una maravilla, se logró cambiar el escenario donde se producían tragedias estremecedoras, para convertirlo en un lugar digno y habitable. «Puerto Isabela ha sido una especie de tapa de sepulcro sobre la tumba del Hoyo de Chulín», dice el editorial, para reconocer los esfuerzos y la voluntad que allí se emplearon.

Esas obras se inauguraron hace veinte años.

El proyecto que se realizó estaba compuesto por seiscientas viviendas, el gran ducto o alcantarillado que corre por debajo de la calle Ramón Santana, la propia calle Ramón Santana (con más de un kilómetro), dos kilómetros de la avenida De los Reyes Católicos, tres puentes, (El Caliche, Ramón Santana y avenida Máximo Gómez) y el traslado de aproximadamente cerca de dos mil quinientas familias, que fueron reubicadas en Puerto Isabela y en Guarícano.

Los propósitos que animaban al presidente Balaguer cuando ordenó las obras era lograr lo que el articulista expresó. Cambiar definitivamente ese escenario dantesco.

El periódico Hoy ha recogido la historia completa, todo lo sucedido durante todos los años transcurridos, desde antes que las obras se iniciaran en 1986 hasta la fecha, han sido reseñados en las páginas de este importante medio.

Los incendios, las inundaciones, los reclamos y las dificultades, incluso con los propios beneficiarios, que se desarrollaron durante el proceso, han sido reseñadas en las páginas de este importante medio.

Las obras culminaron en 1987, con el reconocimiento de algunos críticos, que no pensaron nunca que las verían terminadas.

Esos trabajos incluyeron retos tan importantes y difíciles como cruzar sobre el cementerio de Cristo Rey (haciendo arreglos para los traslados a panteones de las tumbas afectadas), traslado de una gran industria de tuberías y materiales plásticos, modificación de otras industrias y además vencer las características topográficas de un terreno accidentado y difícil; todo esto hizo que el monto total de los trabajos alcanzara la suma de sesenta millones de pesos, (RD$60,000,000). En los tiempos actuales costarían seiscientos o setecientos millones de pesos, porque las posposiciones de este tipo de obras repercute sobre su costo desmesuradamente.

Por un lado, las nuevas ocupaciones de terrenos y el deterioro de lo que se estima resuelto y añaden complejidad a los trabajos que de por sí son extremadamente difíciles.

Aún así…difíciles….y…costosos,….son…ineludibles!

Hay personas que ponen la mirada sobre Puerto Isabela buscando sus debilidades o fallas, (que sí, las tiene) y dejan paladinamente a un lado los esfuerzos que allí se realizaron, y que a nuestro entender, veinte años después, no han sido igualados, y son una prueba de que Balaguer, escritor o político, sabía que la mejor forma de decir es hacer.

La apreciación de este periódico, producida, habiendo transcurrido tan importante lapso, es grata para quienes laboramos allí con entusiasmo y con una fe casi mística en lo que hacíamos.

Ojalá que se le ponga toda la voluntad oficial y se rescaten las riberas de nuestros ríos, para que se ejecuten los proyectos existentes, porque todos en Santo Domingo nos beneficiaremos de esas transformaciones.

Atentamente,
Rafael Tomás Hernández Ramos.

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